miércoles, 6 de noviembre de 2013

Día 6 - Tu mejor crítico en una partida de rol

La entrada de hoy también va a ser algo raruna ya que, por una razón o por otra, no recuerdo ningún crítico especialmente espectacular que contar a mis nietos cuando estemos sentados alrededor del fuego. Aún no, pero bueno, tengo esperanzas de conseguirlo antes o después. Ah, ¿no lo he dicho? La pregunta de hoy es ¿Cual ha sido tu mejor crítico en una partida de rol?

Como ya he dicho no recuerdo ningún crítico así importante épico como los que la gente anda contando. Pero sí recuerdo dos situaciones memorables, que suelo tener siempre en mi memoria. La primera, como jugador de Warhammer 2ª edición (¿habrá alguna entrada en que no lo mencione?). La otra siendo máster de D&D 4.0 (que, pese a todo, no me disgusta. Ala, ya lo he dicho, ¡crucificarme!) hace unos años. Vamos con cada situación.

La primera fue un momento épico de mi matador enano. El grupo, formado por un sacerdote de Sigmar, un cazarecompensas, un mago colegiado y mi ya mencionado matador se había adentrado a un túmulo maldito para acabar con un poderoso nigromante. Era un tío bastante bruto y su guardia personal no lo era menos. Tras dar cuenta de zombies y esqueletos aparecieron dos tumularios. No recuerdo que haría el resto del grupo pero recuerdo que, con orgullo, dije 'Mi matador se lanza a por uno de ellos'. Y así lo hice. El combate fue duro, un reparto de golpes bastante mortal. Pero en uno de esos momentos el tumulario alzó su espada para atacar al pobre Grimne, que ya había gastado su parada en evitar el ataque de otro bicho. Las tenía todas en su contra pero, como no perdía nada, intenté una esquiva. Recuerdo no tener la habilidad y que tenía cerca de un 15% de posibilidades. Y los dados rodaron. Y con un salto el matador esquivó la hoja mortal del tumulario para al turno siguiente rematarlo de un brutal hachazo. No es un crítico pero vive Dios que para nosotros sirvió como tal. 

La otra situación es mucho menos épica pero tiene casi hasta más gracia. Estabamos jugando a D&D 4.0 y el gurpo lo formaban un dracónico explorador, un señor de la guerra humano y una tiflin bruja. Estabamos haciendo la aventura introductoria que venía en el manual, 'El Salon de los Kobolds'. Dándole algo de vidilla a la misma es una buena aventura, pero bueno, sigo. Después de recopilar toda la información y tal se dirigieron a la mansión abandonada que hace de mazmorra. Se metieron dentro y empezaron a explorar. Y con chilliditos asustados surgió un kobold de una esquina lejana que mientras gritaba les apuntaba con una honda. El kobold disparó contra la bruja. Crítico. Si llega a ser otra edición de D&D lo más posible es que hubiera muerto ahí mismo, pero aquí sólo sufrió una perdida de PG normalilla. El momento fue un poco WTF porque nadie se esperaba que fuera a haber un crítico tan pronto, yo el que menos. ¡Que cosas tiene la vida, uno de los pocos críticos que saco y no sirve para casi nada! Pero supongo que es lo que hay... 

Bueno, hasta aquí mis batallitas de hoy.

¡Nos leemos!

4 comentarios:

  1. Lo siento por tu matador, se perdió una muerte gloriosa.

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    1. Y más que se perdió, con ese personaje tenía una suerte en las tiradas que no era ni normal. Al final la campaña se quedó a medias y nunca consiguió la muerte... En mi cabeza Grimne sigue viajando por el Viejo Mundo, emborrachándose y buscando tipos duros a los que apalear. Hasta que no vuelva a interpretarlo (o escribir algo sobre él) no encontrará la muerte que tanto ansía.

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  2. El Salón de los Kobolds es una buena aventura. Una de las pocas cosas por las que me podría arrepentír de haber vendido esos libros. Los suplementos basados en esa misma ambientación, a mí por lo menos, me molaban. Lástima que con la nueva edición fijo que se olvidan para siempre del tema.

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    1. El Valle del Nentir no estaba nada mal. Era una buena ambientación de esa edición (hasta los tiflin molaban... los dracónicos... ya eran más chungos de cuadrar) y como bien dices es una pena que se vaya a ir a la porra.

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