Otro día, otra entrada. Esta vez introspectiva, ya que creo que mejor que definirme cómo jugador de rol debería definirme otra persona, pero buen, tampoco he jugado con nadie que lea esto así que, bueno, vamos a ello.
Cómo jugador creo que soy bastante secundario. No se me da bien ser el centro de atención pero sí ayudar a otros a que lo sean. Tengo la horrible sensación de que, la mayoría de veces, soy más Robin que Batman. Aún así como jugador intento hacer la partida lo más cómoda posible por lo que:
- Escucho al Director de juego antes de tomar decisiones o de hablar sobre la historia de la partida. Intento no interrumpirlo nunca (por muy apurada que sea la situación) debido a que esto no lleva a ningún sitio.
- Procuro conocer las reglas del juego al que estoy jugando para no ser una molestia preguntando todo el rato que tengo que tirar y porqué.
- Me conozco la ambientación en la que estamos y procuro interpretar a mi personaje en la misma. Eso lo veo primordial, aunque a veces da un poco de corte (sobre todo si nadie del resto de la mesa está intentando interpretar del todo...)
- Intento tener ideas para salir de embrollos (más que VAMOS A PATEAR CULOS) pero no siempre se me da demasiado bien...
Quizás como siempre he sido DJ intento ser el jugador al que me gustaría dirigir, receptivo a lo que dice el DJ, con ideas y que no moleste a nivel de juego. Y espero conseguirlo. Me falta algo de presencia (y quizás mala baba) pero no creo que sea mal jugador. Bueno, se acabó por hoy.
¡Nos leemos!
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