Los Protectorados Celestes son uno de los muchos
mundus que están cambiando poco a poco. Antaño este lugar era conocido como el Imperio Celeste, pero las cosas han cambiado mucho en los últimos siglos. En los días antiguos este
mundus era muy diferente, ya que estaba formado por una sola y enorme isla perfectamente circular, tan grande que incluía ríos, lagos grandes cómo mares y cordilleras montañosas. El Imperio Celeste tenía una fuerte conexión con el Plano Elemental del Aire que se mostraba el hecho de que la enorme isla flotaba sobre el aire, no sobre ningún mar. El
mundus era un vergel cuasi-perfecto, aunque ordenado de una manera un tanto opresiva. Sólo existía una construcción política, el Imperio de Zhiangong, y sólo existía una cultura, la suya propia. Todo el mundo estaba regido de una forma muy estricta, donde cada cual tenía su lugar establecido, ya fuera dependiendo del oficio, el linaje, la raza. Aunque la mayoría de los presentes en el
mundus eran humanos, también había elfos, dracónidos y minotauros, en diferentes escalas de la sociedad. Todos estaban regidos por un Emperador de origen divino conocido cómo Tian Gong, un dios menor de gran poder que modeló el
mundus en su totalidad. Pero poco a poco la perfecta sociedad fue cayendo en la desidia, el descontrol y la corrupción. Algunos hablan de que el Emperador había sido corrompido, otros que lo habían engañado. Sea como fuere este acabó por desaparecer, causando una gran conmoción. Pero gracias a la hábil política de la Familia Imperial, el Imperio consiguió mantenerse en la (supuesta) descendencia mortal de Tian Gong. En apariencia todo era igual, aunque la realidad era bien distinta.
La crueldad y la injusticia camparon a sus anchas entre los dirigentes, el crimen floreció como nunca antes y los rebeldes surgieron en los rincones más alejados del Imperio. Además, y sin que nadie salvo los ástrologos imperiales (a los que ya nadie hacía caso) lo advirtiera, el
mundus comenzó a oscilar por el
flogisto de forma caótica. En uno de sus devenires la conexión con el Plano Elemental del Aire se descontroló, creando un enorme
nexo entre el Imperio Celeste y este plano en el abismo que se iba creando cuando la antaño unida isla comenzó a fragmentarse de mil maneras diferentes. El Imperio se separó, literalmente, en cientos de pedazos. Algunos aún eran bastante grandes, mientras que en otros apenas si cabían pueblos. El Imperio se desmoronaba según las islas se iban alejando entre ellas, y su muerte parecía inevitable. Además, monstruos provenientes del Plano Elemental del Aire fueron adentrándose en el
mundus. Su número nunca fue grande, pero tuvieron un fuerte impacto en las gentes del Imperio. Pese a todo, la inclusión de estos monstruos no fue algo totalmente malo: Algunos consiguieron ser domesticados para viajar entre las islas flotantes y a día de hoy los viajes son una realidad que si bien es algo escasa no deja de ser existente.
Cómo punto final a la turbulenta historia del Imperio Celeste, el
mundus acabó por crear un
nexo con otro
mundus, o quizás incluso con un
plano exterior. Este
nexo trajo consigo enormes legiones de grandes trasgos que comenzaron una invasión a gran escala de los restos del Imperio. Este
nexo apenas duró unos días, pero fue suficiente cómo para dar muerte al Imperio, ya que los grandes trasgos llegaron para quedarse. Cómo y porqué se abrió este nexo es materia de especulación: algunos dicen que los grandes trasgos sabían que se iba a abrir y de ahí su rápida invasión. Otros hablan de un castigo divino a la totalidad del
mundus debido a la decadencia actual. Algunos susurran cosas más peligrosas, y es que creen que los grandes trasgos fueron convocados por alguien del propio
mundus, quien sabe por qué motivo...
Sea cómo fuere, los grandes trasgos se hicieron rápidamente con el control. Primero de todo concentraron sus fuerzas en destrozar los ejércitos del Imperio y a la propia Familia Imperial. Como los grandes trasgos sabían que no podían usurpar el trono (debido a que nadie los aceptaría cómo emperadores) decidieron dividir el poder del mismo. Así se crearían los Protectorados Celestes, un grupo de pequeñas naciones que en apariencia seguían cómo antes, pero cuyos dirigentes (y las partes más importantes del ejército) estaban formadas por grandes trasgos. Este plan costó mucho en realizarse, pero finalmente tras casi ciento treinta años de esfuerzos militares el Imperio fue finalmente asesinado cuando el último emperador fue pasado a cuchillo hace hoy ciento cuatro años. Con el emperador muerto y la burocracia imperial tomada, los grandes trasgos se dedicaron a erradicar a las pequeñas naciones que fueron surgiendo a la sombra del Imperio. La guerra abierta entre los Protectorados Celestes y estos estados lleva rugiendo por casi medio siglo, y no tiene visos de tener un final cercano.
La situación actual es en extremo turbulenta. En los Protectorados la mayoría de gente vive en una vida tranquila, pero sienten verdadero pánico de las clases dirigentes de grandes trasgos a los que ven con un terrible miedo. La mayoría cree que este no es el orden natural de las cosas, pero tampoco se atreven a hacer demasiado para combatirlo. Por otro lado, los rebeldes han cambiado mucho en sus aspiraciones. Aunque antaño buscaban llevar una vida alejada del Imperio, la enorme llegada de refugiados hizo una curiosa amalgama. Hoy por hoy muchas naciones defienden ser las herederas del Imperio e con esta idea intentan unificarse ante el poder de los protectorados. Si todas se unieran existiría una resistencia real contra los Protectorados, pero eso no parece que vaya a suceder, ya que cada nación no sólo mantiene una guerra contra los Protectorados, si no contra otras naciones.
Fuera de su turbulenta historia, los Protectorados Celestes también son un lugar extraño en otros aspectos. Los dioses no tienen demasiado poder en esta tierra, aunque su presencia se advierte y pueden conceder milagros a sus servidores. La gente no cree que sean dioses todopoderosos, si no que los consideran dioses menores o 'fortunas', cada una de sus respectivos campos. Creen que todos los dioses estaban, en el pasado, sometidos a la autoridad del Gran Emperador, una divinidad que según la mitología de esta tierra fue la encargada de hacer el mundo. Pese a eso el Gran Emperador se marchó dejando el mundo en Caos. Muchos ven en esta mitología un simple reflejo de la historia del Imperio Celeste, debido a que a la desaparición del Primer Emperador todo comenzó a hundirse, aunque los más piadosos no aceptan esas ideas y simplemente creen que la historia tiende a repetirse en eternos círculos.
Los Protectorados Celestes son un lugar repleto de guerra y de magia, un lugar hasta ahora aislado del resto del Multiverso. ¿Quien sabe que pasaría si agentes externos llegaran a este
mundus? ¿Y si estos fueran poderosos aventureros?