viernes, 12 de mayo de 2023

El juego, los términos y el armario

Viendo el título quizás el tema lleva a confusión, pero es más una referencia al segundo libro de la saga de Narnia que otra cosa. Dicho esto, vamos para allá.

Jugar a rol. No soy muy dado a escribir sobre 'teoría rolera' (¿os acordáis de cuando usábamos esos términos? Apenas han pasado unos años y parece otra era), pero tras unos días de charla en distintos grupos de telegram (parece que son el futuro de la afición y no me gusta nada) al final me he animado a escribir estas líneas. Porque muchas veces lo que yo entiendo por jugar a rol y lo que muchos entienden son dos cosas distintas. Y eso no es malo, ojo, pero al final cuando entablas una conversación y ambos tienen perspectivas distintas, pero las llaman igual, a la larga va a salir conflicto y confusión. Así que voy a decir, ¿Qué es para mi jugar a rol?

Yo no soy el más veterano de por aquí. Claro, llevo jugando desde la infancia (con la broma ya superamos los 20 años de juego), pero palidezco en comparación con los días de las fotocopias, los clubs cerrados y otras cosas de los 90. Para ponernos en contexto mi primer juego de rol fue Warhammer 1ª, la última edición de tapa dura de la Factoría, y no mucho después me agencié con la 2ª de ese juego, donde ya se podría decir que empecé realmente en serio a jugar a rol. Para muchos que me leen eso ya es su adolescencia (o incluso adultez) rolera, por lo que mi perspectiva puede ser muy distinta. Pero por otro lado no creo que todo venga solo determinado por el momento en el que me crie, ya que de forma libre e independiente me he pasado años leyendo sobre rol, jugar a rol, que es el rol y cientos de juegos de rol. Diantres, si hasta he montado una editorial. Y con esto no quiero decir que se más que el resto (¡ni mucho menos!), si no que al final no creo que seamos solo frutos de nuestro tiempo. Pero bueno, que me lío. 

Sobre jugar, ¿que es jugar? Creo que todos tenemos un poco claro lo que es jugar a rol per se. Pero los modos no podrían ser más distintos. ¿Es jugar a rol montar una historia? ¿Es acaso dejar libertad a los jugadores? ¿Es gestión de recursos? ¿Es narrativa compartida? ¿Es vivir una historia prefijada? ¿Es una fantasía de poder? ¿Es una fantasía de libertad? ¿Es un wargame? ¿Es un teatro improvisado? ¿Es una buena sesión de hack and slash? ¿Es el teatro de la menta? Todas estas cosas se han utilizado para definir lo que es jugar a rol en blogs, manuales y de viva voz. Y como supondréis algunas de ellas son contradictorias entre sí. Tal y como yo lo veo, al final jugar a rol tiene unos patrones comunes relacionados con el grupo y la mesa de juego (que a día de hoy en muchos casos es virtual). Todos los que hemos jugado a rol, y mucha gente que no pero que lo ha visto en series o videos, entiende un poco de forma intrínseca que es jugar a rol. Pero luego los detalles varían enormemente de persona a persona, y sin embargo todos utilizamos los mismos términos para hacer lo mismo. Y eso creo que causa algo de confusión, porque cuando tu tienes muy claro que jugar a rol implica gestión de recursos, libertad de los jugadores e intentar simular un mundo que no es real de forma verosímil, una persona que piense que jugar a rol es vivir una gran historia épica de fantasía, una narración compartida entre los amigos centrada en las relaciones de sus alter ego en el mundo pensará que estás jugando mal, y viceversa.

Por eso es importante preguntarse, ¿qué comprendemos nosotros por jugar a rol? Ojo, yo no estoy aquí para decirle a nadie como debe jugar o qué debe hacer, faltaría. Nunca he tenido aspiración a gurú, y sinceramente me aterraría tener 'fans' que empezaran a decir que piensan como yo o que aspiran a escuchar mis opiniones para formarse ellos una. ¡Si yo soy un mendrugo! A mi no me hagáis caso en casi nada, que no suelo llevar la razón. Pero hecha esta advertencia vuelvo a preguntar, ¿qué comprendemos nosotros por jugar a rol? Es algo muy importante, porque como no lo tengamos claro, muchas veces nos vamos a estampar con lo que busca otra gente y finalmente va a haber rollos.

Lo mejor de este tema es que ni siquiera tiene por que ser absoluto. Yo mismo soy una persona obsesionada con la libertad de los jugadores y que estos actúen en el mundo sin hilos, incluso en mi propio detrimento. Odio el concepto 'vamos a jugar esta aventura prefijada y seguidme el rollo' y es algo que yo intento evitar. Pero... a veces lo hago, y lo puedo jugar sin problemas. Porque al final aunque jugar a rol es una parte importante de nuestras vidas, no es una posición política o una creencia religiosa. No tenemos por qué ser fuertes ni constantes con este hobby. Yo soy de la opinión de que jugar a rol es como cocinar y comer. Cada uno cocina de una manera, y se come su comida como le gusta. Y si traes a gente a casa a comer, cocinarás teniendo en cuenta sus gustos, pero al final cocinarás tu a tu manera. Pero si vas a comer a casa de otro, te comes lo que te pongan, qué menos, que para eso te están haciendo la comida (y si son gente agradable habrá teniendo en cuenta tus gustos, y todo irá mejor, pero tampoco pasa nada si no lo hacen: quizás es desconocimiento o falta de costumbre). 

Al final esta entrada no va a ningún lado, pero creo que puede servir para que antes de juntarnos con otra gente pensemos, ¿qué es realmente lo que me mola a mi de jugar a rol? ¿Por qué hago esto? ¿Por qué me paso horas leyendo manuales de como jugar a una cosa que ya se? ¿Por qué pierdo mi tiempo leyendo entradas como estas? Porque al final muchas veces ese puntito de reflexión puede ayudarnos a apreciar mucho mejor nuestra afición y nuestra posición en ella misma. ¡E incluso nos puede ayudar a tener un mejor trato con los demás! Que es algo que nunca sobra...

Bueno, pues ya estaría por hoy. Hoy no se me ocurre nada más que decir así que...

¡Nos leemos!

domingo, 30 de abril de 2023

Sacerdocio temporal y líderes ceremoniales para Mythras

Mythras es un juego que en buena medida está muy bien para simular partidas ambientadas en trasuntos de la antigüedad (aunque no se limita a eso). Pero por otro lado tiene unos obvios orígenes gloranthanos que se dejan ver aquí y allá con mayor o menor presencia (no en vano fue Runequest 6 en sus orígenes... Ah, aquellos bellos años... Y es como se sigue llamando la etiqueta de este juego en el blog, porque nunca me han dado ganas de cambiarla en todos los posts del mismo). Sea como sea en uno de los sitios donde más se nota esto es en el teísmo.

Veréis, Mythras asume que los sacerdotes son miembros de cultos (igual que en Runequest) a los que dedican su vida de una forma más o menos completa, ya sea como un oficio, una vocación o un poco de ambas. Y aunque eso está bien para según que culturas, en otras es una rara avis. En muchos casos en la antigüedad los sacerdotes son cargos temporales y públicos que se ostentan durante un tiempo y en otras los rituales están ligados a los aristócratas, generalmente reyes, que además de sus labores de líderes temporales también tienen su labor de líder espiritual (o al menos ritual) de la comunidad, dirigiendo los ritos adecuados con ayuda de unos sacerdotes, aunque a veces sin ella. En muchos casos también se encuentran 'sacerdotes a tiempo completo' y en algunos casos se encuentran mezclas de todos estos modelos, porque la humanidad ante todo ha sido confusa, extraña y con mil costumbres distintas que a nuestros ojos modernos nos resultan contradictorias, pero en buena medida porque somos bastante aburridos. 

Esto creo que puede ser fácil de adaptar para Mythras y puede dar toda una nueva variedad de comprensión sobre el teísmo y sobre las sociedades que comprendan así los sacerdocios. Por otro lado estas reglas están pensadas para ser 100% compatibles con las que ya se presentan en el manual, por lo que en una misma ambientación puedes tener varios tipos de sacerdocio e incluso mezclarlos todos en una misma sociedad, cada cual para sus cosas. ¡Vamos a ello!

Sacerdocio temporal


En algunas culturas se comprende el sacerdocio como un servicio público a la ciudad, tribu, reino o clan, pero no como una vocación a tiempo completo. Los ritos han de realizarse y se debe cuidar del culto a los dioses, pero esto es una labor que se puede realizar si se aprenden los procesos adecuados y los sacerdotes van cambiándose con cierta frecuencia. A veces se determinan por elección de las autoridades, otras son cargos públicos con sus propios procesos de elección y otras son por elección democrática o aclamación popular. Cada cultura tiene sus propias normas para el sacerdocio temporal, que además suele variar mucho depende del culto concreto. A veces algunos cultos con sacerdotes a tiempo completo pueden contar son sacerdotes temporales para cargos concretos, por ejemplo, mientras que en otros sólo los miembros de la aristocracia pueden acceder al sacerdocio y sólo de forma temporal, como si de otro cargo público se tratara. Por esa razón aquí no daremos unas reglas de exactamente cómo se eligen los sacerdotes temporales y las duraciones de sus puestos, ya que es algo totalmente dependiente de la ambientación y la cultura en concreto. Pero sí ofrecemos unas reglas sobre como tratar los sacerdocios temporales.

Para poder acceder a un sacerdocio temporal al menos se tiene que ser un miembro lego del culto en cuestión. Si quieren buscar poder acceder al sacerdocio deberán ser elegibles para ser iniciados en el culto, aumentando al menos cinco habilidades del culto al 50% o más. Al ser un miembro lego del culto no tiene acceso a milagros (aunque sí a Magia Común, de tenerla) ni tiene una reserva devocional mientras no haya sido nombrado para su cargo. En este tiempo las habilidades de Devoción y Exhortación representa un conocimiento teórico de las prácticas y creencias del culto, pero no permite pedir la ayuda de los dioses de forma tradicional.

Un miembro lego elegible para el sacerdocio puede ser nombrado teísta usando el milagro Ordenar. Ordenar es un milagro que es la versión 'revertida' de Excomulgar (con sus mismas características) y que permite al miembro del culto contar con una reserva devocional y utilizar Devoción y Exhortación durante un tiempo determinado (que depende del culto, pero generalmente como mínimo será un año y como máximo, una década).

Ordenar debe ser realizado por al menos un miembro de mayor rango del culto, sin embargo con este milagro se puede equiparar a un miembro del culto a tu mismo rango (un Sacerdote podría elevar a un miembro lego a Sacerdote, por ejemplo). La única norma adicional es que el miembro lego del culto debe tener las habilidades necesarias para poder acceder al rango del culto adecuado. Es decir, un miembro lego puede ser escogido como Acólito, pero tiene que tener al menos cuatro habilidades del culto al 70%. 

Una vez ordenado y mientras dure su ordenación el sacerdote gana acceso a su reserva devocional y a una cantidad de milagros del culto igual a:

  • Iniciado: 1/20 su habilidad de Devoción
  • Acólito: 1/10 su habilidad de Devoción
  • Sacerdote: Todos los milagros del culto
  • Sumo sacerdote: Todos los milagros del culto

Una vez la duración del milagro Ordenar expire el teísta pasará a volver a ser un miembro lego del culto y perderá acceso tanto a su reserva devocional como a sus milagros. Los sacerdotes pueden ser escogidos varias veces seguidas, aunque algunos cultos ponen restricciones a los mandatos u obligan a los sacerdotes a ir asumiendo distintos cargos en el culto. 

En algunos casos los sumos sacerdotes de los cultos no son sacerdotes temporales, si no perpetuos o incluso reyes (ver Líderes ceremoniales más adelante) y se guardan la potestad de ordenar a los sacerdote de forma temporal, teniendo así un control más estricto sobre los cultos. Por otro lado para los sacerdotes temporales el cargo, además de todos los honores -y deberes- que conlleva también implica la capacidad de poder acceder a los milagros del culto gratis, sin tener que estudiarlos, pero sabiendo que estos extraordinarios poderes van a ser temporales. 

Líderes ceremoniales


En algunas culturas el deber de honrar a los dioses es encargado a los líderes, ya sean aristócratas, oligarcas electos o, mucho más comúnmente, reyes, príncipes u otros dignatarios de similar categoría. Para representarlo usamos las reglas de Líderes ceremoniales.

Un líder ceremonial es algún tipo de representante de una comunidad que se encarga de hacer los ritos adecuados para honrar a los dioses, pero no es sacerdote como tal. El líder debe formar parte del culto al que representa y debe estar versado en las tradiciones del culto para poder ejercer sus deberes con eficacia. Esto se traduce en las siguientes excepciones a las reglas normales de los cultos: 

  • El líder debe poder considerarse al menos un iniciado en el culto (con cinco habilidades del culto al 50%) para poder pedir su poder a los dioses. De no serlo su falta de respeto por la tradición y costumbres de su pueblo será patente, los dioses del culto no le harán caso y esto, generalmente, conllevará un montón de súbditos enfadados pensando que el rey se burla de las tradiciones de su pueblo. 
  • El líder no usa las habilidades Devoción y Exhortación. En cambio usa la habilidad Costumbres. Esta habilidad se considera, a todos los efectos del culto, tanto Devoción como Exhortación, por lo que se consideran dos de las habilidades del culto y además a la hora de hacer milagros se usan ambas para calcular los valores de los milagros en cuestión.
  • El líder se considera, generalmente, el cargo más alto del culto, aunque no lo sea por sus habilidades. Esto hace que en muchos casos su cargo sea honorífico, aunque también puede tener mucha importancia política. 
  • El líder tiene una reserva devocional que depende del tamaño de la comunidad a la que represente siguiendo estos números: 
    • Si representa a menos de 100 personas se considera que tiene una reserva devocional igual a la de un Iniciado.
    • Si representa a entre 100 y 1.000 personas se considera que tiene la reserva devocional de un Acólito. 
    • Si representa a entre 1.000 y 10.000 personas se considera que tiene la reserva devocional de un Sacerdote.
    • Si representa a más de 10.000 personas se considera que tiene la reserva devocional de un Sumo Sacerdote. 
  • Una vez es nombrado para su cargo, el líder conoce todos los milagros del culto. Sin embargo sólo podrá utilizarlos si su reserva devocional es la adecuada (así un señor de un pequeño clan de pastores no podrá usar los milagros para Sacerdote, por ejemplo). La única excepción es el milagro Ordenar, que todos los líderes lo consideran para rango Iniciado, si acaso se encuentra en su culto y estos tienen la potestad de nombrar sacerdotes temporales. 

Con estas reglas los líderes de las comunidades pueden hacer los milagros necesarios en sociedades donde el sacerdocio se comprende de otra manera. A veces, sin embargo, estas reglas se usan para cultos exclusivos de los líderes (generalmente de la monarquía) o para que el líder pueda nombrar a sacerdotes temporales de todos los cultos de la ciudad, vinculando así el sacerdocio a su figura.

Y con esto estaría todo. No tengo muy claro si estas reglas saldrían alguna vez en partida, pero creo que puede ser una cosa muy interesante que añadir y que dota de mayor interés al mundo de juego. O al menos eso pienso yo. ¿A vosotros qué os parece? Sea como sea, espero que os haya gustado.

¡Nos leemos!

domingo, 2 de abril de 2023

Que sigo vivo, eh

Más de dos meses sin escribir. Uf, creo que esto es un record. Sea como sea, aunque no lo parezca, sigo por aquí. Estoy con bastantes ganas de escribir, pero también bastante poco tiempo. Llevo una temporada bastante dura entre bambalinas y no saco fuerzas para escribir y también andaba bastante desilusionado con el rol. Pero es de recibo decir que hoy mismo he jugado dos partidas (por la mañana como directo y a la tarde como jugador) y he vuelto a estar muy contento con el jugar. Así que me reafirmo: no es era problema del rol, en este caso, era problema mío.

A ver si saco tiempo estos días y escribo un par de cosas atrasadas.

¡Nos leemos!