La semana pasada conseguí enganchar a mi hermano para probar el Runequest 6 en una partida en solitario. Él concedió pero sólo si podía llevar dos personajes. Conociendo la letalidad del sistema accedí. La ambientación utilizada era la presentada en el básico pero con ciertos cambios, aunque nimios y nada necesarios para ser aquí contados. Los personajes en cuestión acabaron por ser:
Eleón: Un aristócrata de Meeros que siempre ha soñado con dos cosas: hacerse un hueco entre los Lanzas Escarlatas, la élite guerrera del culto de Myceras, y protagonizar una gesta digna de ser contada. Es un guerrero terrible, una maquina de matar dura y peligrosa y, a vista de todos, algo simplón. Aunque la realidad está lejana y Eleón es en realidad bastante más astuto e inteligente de lo que todos creen... Pero a nadie le interesa saberlo, por ahora.
Hicratias: Un hechicero de una extraña orden (La Hermandad Aionika) que busca la inmortalidad del alma mediante la fusión con Lo Arcano. Los aionikos son un culto disgregado y misterioso, viven en pequeñas células debido al temor hacia la magia en las diferentes Ciudades Estado. El maestro de Hicratias fue ajusticiado por ser descubierto hechicero y su aprendiz buscó poner tierra de por medio embelesando a Eleón para irse de aventuras (financiado con la fortuna del aristócrata).
Ambos son compañeros de viaje algo discordantes. Eleón sabe que él que él cree un comerciante de aceite es realmente mucho más de lo que parece, mientras que Hicratias está bastante confiado con su 'nuevo amigo'. Ambos se están usando el uno al otro casi sin saberlo... Pero por ahora es necesario.
La experiencia de que un sólo jugador tuviera varios personajes ha sido muy curiosa ya que se pueden hacer historias mucho más complejas y enrevesadas. Pero centromonos en el RQ: La creación de personajes me gustó, aunque nos llevó mucho tiempo (y más porque íbamos hilando la historia mientras la hacíamos). El método de tirar por atributos no me gustó demasiado. Con Eleón salió bien (sumando 83 puntos en total) pero Hicratias era un tipo patético, cuyo mejor atributo era un triste 13. Y eso en Inteligencia, que tienes un +6 de base. Finalmente le dejé repartir 83 puntos también en el mago y salió algo mucho más cómodo para ambos. El método de repartir habilidades por cultura, profesión y libres me pareció simplemente genial. Es algo lento pero consigue que el personaje tenga cierta presencia en campos diversos, aunque no le interesen para nada. Además niega abominaciones como PJ con habilidades demasiado altas. Finalmente las tablas de sucesos de trasfondo, aliados/enemigos y demás me parecieron interesantes y dan buenos toques. Otro punto a favor. En general me gustó mucho, pero es algo lento. No todo puede ser bueno.
Tras hacerse a la mar los compañeros se dirigieron en barco a rodear la enorme península que forma La Tierra de las Ciudades Estado. Pararon en unas islas cercana a las tierras de los Badoshi, unos bárbaros muy peligrosos, cosa que ha hecho que muchos huyan de las mismas. Pero a los dos días de travesía pudieron parar en un islote con un pequeño pueblo donde aprovisionarse (su marcha fue algo apresurada) y seguir su camino. La tripulación descansó y ambos se fueron a explorar la isla, pero salvo algunas trampas para animales y al cazador que las puso no encontraron nada. Este les habló de un oso que estaba aterrorizando a la población (aunque él no creía que pudiera haber un oso en la isla) y el pasional Eleón se lanzó a su búsqueda. La noche sucedió al día y ambos amigos, cansados, decidieron volver al pueblo. Pero al volver estaba todo revuelto: al parecer algo había entrado y había raptado a la hija del porquerizo que hacía de posadero durante la noche. ¡Se necesitaban héroes! Los dos aceptaron salvar a la joven y los pueblerinos les mostraron cómo llegar a unas ruinas con muy mala fama. Ahí se adentraron y los héroes se encontraron con un torreón derruido... ¡Lleno de no muertos! Unos cadáveres aún frescos intentaron matarlos pero se deshicieron de ellos con una pasmosa facilidad. Se adentraron en el torreón y descubrieron sarcófagos abiertos y unas siniestras escaleras... Tras descenderlas unos horribles esqueletos andantes les asaltaron, pero con fuerza y suerte los héroes consiguieron destruirlos. Rápidamente exploraron estas galerías (con más serpientes de lo normal) y llegaron a una sala con siniestros símbolos dibujados en el suelo. En el centro de la misma se hallaba la joven, inconsciente. Pero antes de poder salvarla dos horribles necrófagos se lanzaron a por ellos, pero los héroes dieron cuenta de ellos. La chica les relató cómo un ser, en sueños, la engatusó con sus horribles ojos y cuando se despertó estaba siendo llevada a rastras por horribles no-vivos a las ruinas. El ser estaba preparando un oscuro ritual cuando los héroes llegaron, momento en el que se transformó en un montón de serpientes y desapareció. Los héroes, extrañados pero felices de salir vivos y enteros devolvieron a la hija a su padre, que les recompensó con el nacimiento de una gran amistad y un lugar en el que dormir siempre que lo necesiten. Tras unos días los héroes partieron de la isla, más sabios de lo que habían llegado.
La experiencia de juego a mí me gustó mucho (y a mi hermano también). El sistema de tiradas es sencillo como un botijo y mi hermano, mi máster de Warhammer, no tuvo ningún problema en pillarlo. El combate se tornó en un momento algo arduo, pero en cuanto pilló la mecánica de paradas / ataques y críticos / éxitos / fallos / pifias la cosa se hizo rápida (aunque creo que algo hacemos mal... pero tampoco me preocupa demasiado). Aunque ahora cabe mencionar la letalidad de este juego. Contra los zombies los héroes no tuvieron ningún problema ya que eran bastante patéticos. Pero el encuentro con tres esqueletos ha sido casi mortal. Han acabado heridos, pero no tanto cómo para sufrir heridas graves, por lo que el hechizo de curar (camuflado como un 'tomate estas hierbas mientras te pongo estas vendas') de magia menor ha sido realmente útil. En cambio contra los dos necrófagos, que son bastante mejores que los esqueletos, no ha habido problema alguno. Lo único que no me gusta del RQ es la facilidad para morir (lógica, pero quizás demasiado pasarse... Si es que soy un máster mamá) y el hecho de que no se equilibrar los enemigos: no se cuantos son un reto, cuantos un pasatiempo y cuantos una masacre.
Aunque he de hacer una mención especial a la hechicería. Sobre el papel me parecía bastante compleja (con eso de poder modificar los hechizos y tal) pero ha sido totalmente al contrario: rápidamente hemos comprendido lo versátil y bonita que es. Esos hechizos de Paralizar han jodido mucho, mucho, así como la Resistencia al Daño del mago, que le han salvado de morir horriblemente. La magia vulgar es jodidamente útil, pese a su debilidad. El resto no hemos podido probarlas, otro día.
La experiencia final ha sido positiva. Ambos hemos salido contentos y seguramente repitamos, aunque ahora tengo preparada una aventura para uno de El Reino de la Sombra. Pero el maldito Kokuro Enzo y sus relatos de partidas de 1 solo jugador de la Mirada del Centinela me están llamando muchísimo. Quien sabe, si mi hermano (u otro) se deja... Bueno, espero que os haya gustado esta reseña-remember de la partida, que evidentemente es una adaptación de La Novia de la Muerta (de Fian, del siempre genial Fian) y estaba pensada para ser corta, debido a que creo que el secreto de las partidas de 1 solo jugador es que sean cortas y directas. Ya veremos si la cosa sigue.
¡Nos leemos!
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