martes, 12 de febrero de 2019

Los Trasgos de El Reino

El Reino es una pequeña ambientación de fantasía 'de cuento' en la que llevo trabajando un tiempo. Mi idea es que sea la ambientación estándar para juegos de baja fantasía como Beyond the Wall, aunque también podría jugarse con otros. Bueno, seamos sinceros, es una ambientación que hice exclusivamente para Beyond the Wall, si luego se reutiliza es por vagancia pura.

La idea de la ambientación es que tenga un marcado aire 'de cuento' pero, a su vez, que se mezcle de manera ligera con los tropos típicos de las ambientaciones 'por defecto' de D&D. Así bien el Reino recibe su nombre de la inmensa (y casi única, al menos para los jugadores) construcción política, un enorme reino (ejem) dirigido por el sabio, buen y justo Rey. Este es un Rey perfecto de cuento que lleva siglos en el trono, puesto que su reinado cuenta con la bendición de los Dioses de la Ley. El Reino, en sus buenos tiempos, es casi perfecto. Pero el Rey hace poco (depende de la partida, unos años o quizás una década) cayó enfermo y desde entonces las huestes del Caos están más activas que nunca. El Regente, al mando en ausencia del Rey, está intentando arreglarlo todo... Y fallando lentamente, todo sea dicho. Aún no he determinado la figura de el Regente pero, sinceramente, no creo que sea importante. Para los PJ es un tipo casi legendario, igual que el Rey. 

El Reino tiene presencia de criaturas típicas de D&D (hay enanos, elfos y medianos, por ejemplo, así como guerreros, clérigos, paladines, magos...) pero todos tienen cierto aire de cuento. Los elfos son hadas que viven en este mundo (y algunos son rematadamente crueles), los enanos se convierten en piedra tras morir y los medianos... Bueno, estos son bastante hobbits, todo sea dicho. Pero la cosa es que son extremadamente escasos y no se espera que ningún PJ pueda hacerse uno de buenas a primeras (aunque posiblemente sí como PJ de remplazo a niveles más altos). 

Esto también es real con los seres malignos. Hay trasgos, orcos y todo ese tipo de seres pero pasan también por este filtro ya mencionado. Los orcos, por ejemplo, son descendientes de hombres malvados que se vendieron al Caos y a la oscuridad en los tiempos antiguos. Se hicieron seres grandes, fuertes y peligrosos, pero carentes de cariño, amor o 'sentimientos buenos'. Esto no implica que no sean redimibles, pero es realmente difícil. Además, no tienen apariencia de cerdo (siguiendo el consejo de Velasco en 'Batirse el Cobre', he aprovechado el nicho que hay entre 'orcos' y 'orcocerdos' para crear dos criaturas distintas). 

Pero en la entrada de hoy quería hablaros de unos simpáticos amiguitos: Los trasgos. 

Trasgo de 'El Anillo Único', perfecto para lo que busco. 
Los trasgos de el Reino no son criaturas naturales. Son, de hecho, un tipo de hada que proviene del mundo feérico. Pero eso no los hace gráciles, bellos o agradables: son seres crueles, malvados y que se complacen en crear el caos y el desorden. Están vagamente organizados con algún tipo de jerarquía (que en muchos casos imita y se burla de la de el Reino u otras naciones con las que colindan) y los líderes son seres astutos, avariciosos o caprichosos que pueden mandar a sus esbirros a sembrar la muerte y la destrucción por las razones más triviales.

Los cuerpos de los trasgos son pequeños y retorcidos. Su tamaño varía bastante poco, rondando todos alrededor de un metro de altura. Eso no implica que sus enjutas articulaciones sean débiles, ya que son seres bastante fuertes (para su tamaño). Para reconocer a un trasgo de mayor rango hay que fijarse en su peso y volumen: los trasgos de inferior categoría siempre parecen famélicos y delgados mientras que los más importantes son seres gordos y amorfos. Los Reyes de los Trasgos están verdaderamente obesos, dándoles un aspecto poco serio que suele sorprender a la gente, ya que son criaturas fuertes, astutas y realmente peligrosas. 

Los trasgos van vestidos generalmente con harapos, aunque entre los más importantes hay extrañas modas que parece que imitan al mundo humano sin entenderlo del todo: Entre los trasgos importantes se pueden encontrar algunos con vestidos, tiaras, túnicas u hábitos, aunque generalmente siempre los llevan mal puestos o tienen una calidad muy, muy desgastada. Los trasgos que se lanzan a la guerra suelen ir pobremente armados con equipo de baja calidad que ellos mismos forjan. Los trasgos que quieren cosas más series se afanan en robarlas a los humanos o bien capturan esclavos para que les creen maravillas. Parece que los trasgos son realmente incapaces de construir algo que no parezca ruinoso o a punto de romperse, tanto da si es para sus madrigueras como para sus armas. 

Al ser seres feéricos los trasgos no viven en nuestra realidad o, al menos, no viven como nosotros lo entenderíamos. Los trasgos moran en las partes más oscuras y tristes del mundo feérico, a la sombra de los altos y bellos señores de las Cortes de las Hadas. Las hadas más fuertes y bellas los desprecian e incluso los cazan por diversión, algo por lo que los trasgos odian al resto de hadas, especialmente a los elfos (sobre los que guardan un enorme resentimiento, aunque no recuerden por qué). No es extraño que cuando un Rey de los Trasgos se hace poderoso mande emisarios a otros señores feéricos para intentar hablar de igual a igual, algo que estos señores desprecian y no tienen seguro de si los trasgos hacen de forma sincera o para burlarse de ellos.

Los trasgos no tienen una forma natural de viajar al a la realidad, igual que el resto de hadas. Al ser unos marginados y prácticamente cazados por otras hadas no pueden utilizar los pasos más comunes para llegar a nuestra realidad, como son claros, fuentes o bellos prados. Pero eso no les impide alcanzarnos de alguna forma. Generalmente son pasos pequeños, como pequeñas grutas en el subsuelo, árboles muertos u otros sitios más desagradables. Generalmente los trasgos suelen crear sus ciudades alrededor de estos lugares desde donde pueden alcanzar nuestra realidad con mayor facilidad. Cuando intervienen en nuestra realidad los trasgos suelen presentarse o bien cómo pequeños ladrones y saqueadores o bien en peligrosas partidas de guerra con las que buscan saquear o incluso arrasar asentamientos cercanos. Pero los trasgos jamás se asientan en nuestra realidad: estas partidas (o pequeños ladrones) siempre están de paso, buscando llevar toda su rapiña de vuelta a sus hogares, siguiendo los caprichos de sus amos.

Como seres feéricos que son, los trasgos tienen Nombre Verdadero de forma natural, que una vez conocido proporciona poder sobre sus personas. El pequeño problema de los trasgos es que sus nombres aparecen tatuados en sus frentes al nacer, como si se los hubieran hecho al rojo vivo. Por eso mismo los trasgos siempre, siempre llevan la cara tapada: los trasgos inferiores apenas llevan una capucha harapienta mientras que los más importantes llevan elaborados cascos, coronas o incluso máscaras metálicas. Por esta misma razón hay un enorme tabú entre los trasgos sobre mostrar sus caras. Si alguna vez consigues destaparle la cara a un trasgo lo más posible es que huya descontroladamente. 

Pese a su taimado carácter y sus crueles ideas los trasgos no son seres puramente malvados ni alineados con las fuerzas del Caos. Generalmente se puede negociar con ellos de alguna manera, aunque un trato con un trasgo siempre está lleno de mentiras, medias verdades o 'realidades circunstanciales'. Aún así un caprichoso Rey de los Trasgos puede ser convencido para cesar sus ataques de las maneras más curiosas. Se conocen casos de Reyes de los Trasgos que se han dado por contentos recibiendo cosas tan banales como un vaso de cristal o un cuchillo de plata, mientras que otros han arrasado aldeas enteras sin dar a conocer sus razones o motivos. 

Y hasta aquí tenemos a los trasgos. Espero que os hayan gustado, si bien no para el Reino, quizás para cualquier otro sitio.

¡Nos leemos!

2 comentarios:

  1. Que alegría entrar al blog y encontrarme las tres últimas entradas sobre Beyond the Wall! Nunca dejaré de agradecer que me lo descubrieras y si encima puedes leer entradas como estas más que más. Que sepas que me has dejado intrigadísimo con la ambientación de El Reino, quedo a la espera de saber más. Gracias por tus entradas ;)

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    1. ¡Gracias por los ánimos Miguel! Ahí seguimos, dándole pese a todo. Me alegra que te intrigue el Reino, aunque no creo que vaya a hacer nada del otro mundo... Sea como sea, ¡gracias!

      ¡Y gracias por comentar!

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