Más de 40 días sin actualizar el blog. No se si eso es un nuevo record, lo que se es que no es buena señal. ¡Pero bueno! No hay mal que por bien no venga.
El final del año pasado y el inicio de este ha sido duro. A nivel personal han pasado cosillas que tampoco quiero mencionar, y a nivel laboral ha sido un cúmulo de retrasos, problemas con las imprentas y un pequeño porcentaje de envíos de Castillo Xyntillan que han salido mal (Correos ha perdido algunos paquetes que nadie sabe donde están y luego hubo unos pocos que la encuadernadora hizo mal, lo cual al final ha revertido en gastos inesperados... algo que llevamos bastante mal, ya que nuestras tiradas son forzosamente pequeñas).
Todo eso se ha juntado en una época de bastante estrés que terminó derivando en problemas de salud (menores, menos mal). Ya estoy mejor, pero aún sigo algo pocho. Y además finalmente tras dos años de negociación conseguimos la licencia de Hârn, que viene a ser la última bala de Outremer. Vamos a ver como va.
Sea como sea, todo esto me ha dado tiempo para pensar. Ahora mismo debería estar haciendo cajas de Runecairn, pero me he tomado un pequeño descanso y quería ponerme a escribir (y a responder comentarios, que menuda vergüenza).
Creo que mi principal problema con el rol no es tanto trabajar de él (algo con lo que ya estoy bastante en paz, ahora solo me gustaría que esto fuera rentable...) si no con que llevo acumulando años (hasta más de una década, que ya es decir) de frustraciones, no pudiendo dirigir nunca una campaña satisfactoria posiblemente por culpa mía. No se exactamente por qué, pero seamos sinceros, he pasado por muchos grupos y yo soy la única constante, así que...
Por suerte al menos sí que consigo jugar. Llevamos ya más de dos años jugando la campaña de Stonehell (si bien online y cada 15 días, por lo que la cosa avanza lenta) y ahora mismo un amigo que lleva sin dirigir desde su adolescencia se ha lanzado a dirigirnos una campaña, en físico, de AD&D 2ª. Eso ayuda bastante, la verdad, porque cuando ando ahí tomando decisiones, tirando dados, apuntando cosas en la ficha, tomando notas en mi cuaderno... Recuerdo lo mucho que me gusta todo esto.
Ahora mismo estoy, por enésima vez, preparando una campaña de Mythras para jugar online. En mi cabeza se que no va a salir bien, pero la verdad, me tiene algo ilusionado. Me gusta mucho este juego, siendo de mis favoritos, y siempre me inspira y me anima a crear. Mi gran problema es que, realmente, no hay aventuras de Mythras que realmente me gusten, quitando la Isla de los Monstruos, que me parece café para muy cafeteros. Ambientaciones que me gusten, muchas, pero aventuras no tanto. Lo bueno es que he podido ir sacando aventuras de aquí y de allá y creo que va a quedar un inicio de campaña interesante, lo suficiente para que los jugadores sientan lo distinto que es Mythras a otros juegos y ver si les gusta o no.
Y eso sería un poco todo. Me estoy dejando a mi mismo escribir una entrada así un poco aleatoria porque de verdad que quiero seguir escribiendo. A ver si sigo con la serie del simulacionismo para ganarme malas miradas. E incluso un amigo me está convenciendo para hacer una serie sobre la OSR, que creo que está muy mal entendida en el mundo hispanohablante... En formato podcast. Creo que si hago eso ya me gano enemistades.
En fin, poco a poco. Y seguimos.
¡Nos leemos!
Llevo tiempo con esta entrada abierta en el navegador, y sin contestar. Lo primero, mi enhorabuena pública por Hârn. Espero que le dé a la editorial ese empujoncito que necesita.
ResponderEliminarY sobre las campañas, creo que toda persona involucrada en temas de rol debería tener su campaña activa, aunque no la dirija y solo la juegue. Porque es verdad que después de pegarte con imprentas, con los números que no salen, con las erratas y con nosotros, los aficionados, tienes que recargar pilas recordando por qué te mola tanto esto del rol.
Suerte con la campaña de Mythras. Y seguro que si tus grupos no han funcionado no han sido por ti, qué tontería. Lo que pasa es que es muy difícil mantener una campaña de rol en funcionamiento, porque terminan perdiendo fuelle por una cosa o por otra. Nos planteamos siempre cosas demasiado ambiciosas que pensamos que van a durar años y años, y tampoco es eso; una buena campaña puede durar un par de meses o tres y ser genial.
¡Un abrazo, nos leemos!
Gracias por comentar Carlos. Entiendo que a veces es un poco violento en estas situaciones, pero se agradece mucho, de verdad.
EliminarYo entiendo que cuando estoy de bajona soy una persona bastante deprimente. Soy capaz de sacar a relucir lo peor de la situación y dejarlo brillante y cristalino, lo cual no creas que me ayuda mucho, pero es un demonio contra el que llevo toda mi vida luchando. Ansioso que es uno, vaya.
Lo de Hârn, veremos. Tengo muchas ganas, pero es la cosa más ambiciosa que hemos hecho hasta la fecha y va a ser un salto grande... ¡Ojalá tengamos suerte!
Lo del Mythras... Yo que se ya, cada día me fío menos de mi capacidad como director o más para juntar gente. Lo cual es irónico viendo de lo que curro jaja.
¡Nos leemos!