martes, 12 de marzo de 2019

Los Enanos de El Reino

Hoy seguimos con El Reino y sus habitantes. Hoy nos alejamos un poco del mundo feérico para hablar de los enanos, el extraño pueblo que domina las montañas de El Reino. Esta raza es la que menos 'de cuento' me ha salido, pero por una simple razón: me molan más así. 


Los enanos son un pueblo que habita en las grandes cordilleras montañosas de El Reino e incluso más allá. El de los enanos es un pueblo orgulloso y longevo, antiguo y algunos dirían que cansado. Son famosos por su amor por el trabajo, por su sensatez y por la solidez de sus decisiones (algunos lo llamarían tozudez). Los enanos son lentos y pausados para todo lo que hacen, pero una vez toman una decisión es muy complicado que se echen para atrás. Son ejemplos de constancia y trabajo duro, aunque su actitud seria y reservada, acompañada de una poco sana honestidad, ha llevado a la opinión generalizada de que los enanos son seres aburridos y antipáticos. 

Los enanos aseguran que están divididos en grandes tribus a las que llaman casas. Cada casa traza su origen en una de las míticas tribus de los enanos que, según ellos, surgieron de las mismas entrañas del mundo siguiendo la llamada de los dioses en un viaje que ellos conocen como el Gran Peregrinaje. Las casas enanas no son construcciones políticas y no cuentan con grandes reyes o líderes: cada casa suele estar dividida en infinidad de pequeños asentamientos y quizás una o dos grandes ciudades. Pese a ello los enanos no dudarán en marchar a la guerra si tienen que auxiliar a los miembros de su casa, aunque no los hayan conocido en su vida, ya que tal es su lealtad para con su pueblo. En el Reino sólo se encuentra una casa de enanos, la conocida como Casa de Hierro, aunque ellos aseguran que más allá hay otras. Cómo contactan con ellas es algo que sigue extrañando a los eruditos de el Reino, ya que nadie sabe de enanos distintos... o quizás los han visto y no los han diferenciado, ya que los enanos físicamente son bastante similares entre sí. Esto también lleve a que muchos humanos crean que todos los enanos son familia, debido a su enorme parecido. Por esta misma razón la mayoría de enanos que viajan entre humanos simplemente llaman a sus compañeros 'primos', para evitar dar más explicaciones de las necesarias.

Los asentamientos enanos siempre se encuentran en las montañas. Aunque algunos enanos construyen a las faldas de las mismas, otros horadan las montañas y crean asombrosas fortalezas subterráneas. Los asentamientos enanos nunca suelen ser muy grandes: la media de población quizá sea unos cuantos cientos de habitantes, no llegan al millar en la mayoría de casos. Aún así de vez en cuando varios asentamientos hacen esfuerzos comunes para crear una gran ciudad a la que migran. Estos lugares, conocidos como Hogares de los enanos, suelen albergar a miles de miembros de esta raza, aunque existen muy pocos en el mundo y todos tienen cierto aire legendario. De hecho en el Reino sólo se conoce uno de estos Hogares, el Hogar de los Forjadores. Los asentamientos enanos siempre tienen trazados rectos y bien ordenados, con barrios separados por oficios. Aunque los enanos destacan por su trabajo su imaginación es más bien limitada: no les gustan las ideas nuevas ni suelen aceptarlas alegremente, prefiriendo mejorar y perfeccionar lo que ya tenían.

Los enanos son longevos, muy longevos. Un enano puede vivir hasta los ciento cincuenta años con normalidad y algunos llegan incluso a doblar esa cifra. Los enanos se van haciendo más maniáticos y cascarrabias según pasa el tiempo. Aunque los enanos tienen una prolongada mediana edad donde sus capacidades están al máximo, una vez empiezan a envejecer sus capacidades físicas se van mermando: sus cuerpos se van haciendo más rígidos, más pesados, hasta que finalmente mueren. Y es que cuando un enano muere se convierte en piedra, pasando a ser virtualmente indistinguible de una estatua. En el caso de los ancianos este es un proceso largo y lento que puede durar décadas, mientras que aquellos que sufren muertes violentas suelen sufrir esta conversión en apenas unos minutos (siempre y cuando quede un cuerpo...) Los enanos fallecidos suelen ser transportados a grandes pabellones sagrados donde se guardan para toda la eternidad. Esta es la razón por la que los enanos se niegan a tallar estatuas y hasta las ven con cierto miedo: para ellos una estatua es mucho más que eso.

Pero, antes de este proceso, a los enanos ancianos aún les queda una larga vida y suelen encargarse de dirigir el destino de sus asentamientos, así como de educar a las generaciones más jóvenes. Los enanos tienen un enorme respeto por los ancianos y suelen sorprenderse cuando ven que otros no se comportan así. Algunos conjeturan que esta es una de las razones por la que enanos y elfos no se llevan bien: Los elfos siempre parecen eternamente jóvenes, algo que extraña, confunde y hasta cierto punto molesta a los enanos. La enorme diferencia de carácter entre los dos pueblos no ayuda al entendimiento, desde luego.

Los enanos son un pueblo tranquilo y suelen preferir tratos comerciales y cordiales antes que violentos. No son pocos los enanos viajan por el mundo por diversas razones y casi siempre lo hacen en grupo. A veces van en busca de un nuevo lugar para fundar un asentamiento, otras a la caza de míticos tesoros de su pueblo. Otras veces simplemente viajan por el afán de ver mundo y perfeccionar sus habilidades, ya que los enanos se cuentan entre los mejores artesanos del mundo. Hay enanos que viajan para cumplir un juramento y otros para enriquecerse (y así poder pagar una deuda o una dote). Hay cierto grupo de enanos que hacen el largo y triste viaje de devolver los restos petrificados de un compañero a su hogar ancestral mientras que algunos pocos simplemente viajan por el hecho de poder viajar. Lo normal es que un enano haga un solo viaje en su vida, quizás dos, pero algunos se pueden pasar toda su vida viajando. Otros incluso jamás vuelven a su hogar, encontrando otro lugar donde asentarse. Pero, independientemente de sus viajes o de la temporalidad de los mismos. siempre que están de viaje los enanos aprovechan para trabajar. Los enanos tienen fama de ser mercaderes astutos pero justos, siempre sacando el mejor precio pero sin llegar a estafar. Siempre que regatean lo hacen de forma seria y honesta (algunos dirían incluso que demasiado honesta) y entre los mercaderes de el Reino se ha popularizado la expresión 'habla como un mal enano' cuando se refieren a un mercader demasiado honesto para su propio bien.

Como siempre suelen viajar con otros enanos, un grupo de esta raza suele ofrecer variados servicios de artesanía para financiar sus viajes. De esta manera suelen conseguir riquezas o, generalmente, mercancías para seguir comerciando. No es extraño que un grupo de enanos se ofrezcan a una aldea para realizar variados servicios, aunque lo más normal es que se ofrezcan a nobles y otras gentes que pueden pagar sus altos precios. Debido a que los enanos son bastante más longevos que los humanos tiene otra percepción de lo que es 'corto' y para ellos un trabajo de un año o dos resulta bastante plausible. Muchos nobles se jactan de que sus torres o fortalezas han sido diseñadas (o incluso construidas) por enanos y a veces incluso es cierto.

La unión de estas dos costumbres les ha dado a los enanos fama de ser una raza de buhoneros y artesanos errantes, aunque en verdad estos solo son una pequeña parte de la sociedad de su pueblo (aunque desde luego la más visible).

Los enanos tienen fama de saber defenderse. Al vivir en asentamientos tan ricos y aislados son un objetivo principal para bandidos, desertores, orcos, trolls y otros monstruos avariciosos. Quizás el más peligroso enemigo de los enanos sean los dragones malvados, que ven los asentamientos enanos perfectos para formar sus guaridas y acumular riquezas. Sea como sea, los enanos aprenden a defender sus tierras desde jóvenes. Sus armas y sus formas de luchar resultan algo anticuadas para los estándares humanos, pero lo compensan con su gran fuerza física, la calidad de su equipo y su arrojado valor. Los viajeros enanos no desaprovechan estos conocimientos y muchos salteadores se han llevado una desagradable sorpresa al intentar robar a un pequeño grupo de enanos.

Aunque desde luego dista de ser algo habitual, no es especialmente extraño encontrarse con un grupo de enanos, sobretodo si vives en las regiones montañosas de el Reino. Suelen ser viajeros de camino a cualquier lugar y siempre están dispuestos a negociar o trabajar por cierto precio. Suelen ser amistosos (si bien secos y distantes) con la mayoría de gentes. Aunque suelen intentar evitar problemas, no tienen miedo a llegar a las manos, algo que ha sorprendido a bandas de orcos fanfarrones que creían que podían aprovecharse de un puñado de enanos. A veces un grupo de enanos puede viajar con una caravana de comerciantes más grande. Esto suele ser un trato bien visto por ambas parte: hace el viaje más seguro para los enanos y el comerciante gana cierto renombre al viajar con los enanos. Una caravana con artesanos enanos desde luego tiene más puertas abiertas que una sin ellos. Es muy extraño ver a un enano viajando sólo, que suele ser mucho más reservado que si viaja en grupo. Un enano solitario suele ser callado, taciturno y sólo habla si necesita decir cualquier cosa. Los viajeros de el Reino han aprendido a evitar a los enanos solitarios y dejarles a sus asuntos. Hasta el momento ninguno se ha quejado.

Y hasta aquí estarían los enanos de el Reino. Espero que os hayan gustado.

¡Nos leemos!

2 comentarios:

  1. Buenas! Con mi ya habitual tardanza he revisado las entradas pendientes del blog. Está chulo este enfoque que has dado a los enanos haciendolos mas comerciantes que guerreros, puede dar mucho juego lo de las caravanas de mercadeo enano. Y lo de convertirse en estátuas al final de su existencia genial. Gracias por la entrada!

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    1. Me alegra mucho que te guste Miguel. La verdad es que cuando escribí la entrada no estaba del todo cómodo con ella pero ahora que la vuelvo a leer creo que estoy bastante contento con ella. He querido darles otro enfoque y me alegra mucho que te guste.

      ¡Gracias por comentar!

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