jueves, 15 de julio de 2021

[Warhammer] ¿Debería haber rompehierros en las Montañas Grises?

Últimamente he estado pensando de nuevo en Warhammer, quizás porque existe la posibilidad de que mi campaña en Südlich Wissenland se retome en un par de semanas. El tema es que, como bien sabéis, me encantan los enanos de Warhammer y en Südlich Wissenland los PJ pueden tener cierto contacto con enanos de las Montañas Negras y las Montañas Grises. El tema es que llevo dándole vueltas a estos enanos desde hace ya mucho tiempo y andaba preguntándome muchas cosas sobre ellos. Y todo eso se podría resumir en la pregunta del título de esta entrada. Me explico.

Evolución de las miniaturas que representan a a los rompehierros

En Warhammer, los enanos tienen una cultura bastante monolítica que se basa principalmente en la de las Montañas del Fin del Mundo, la tierra donde los enanos medraron en el pasado. Allí los enanos crearon el Ungdrin Ankor, la Carretera Subterránea que conectaba sus distintos reinos-fortaleza y minas por toda la inmensa cordillera. Según esta vía se fue haciendo más peligrosa y las entradas a sus hogares se fueron haciendo más vulnerables, los enanos crearon la tradición de los rompehierros: enanos fuertemente armados con las mejores armas y armaduras que protegían este camino de los horrores subterráneos. Con el paso de las ediciones estos enanos pasaron a ir equipados con sus características armaduras de gromril (algo que, en trasfondo, es un poco cogido por los pelos, pero bueno) e incluso se llegó a crear el cuerpo de los dracohierros, rompehierros equipados con cañones lanzallamas en miniatura (algo que, por otro lado, no me parece del todo mal, aunque es materia para otro día). El tema es que los rompehierros pasaron de ser un cuerpo de élite a un cuerpo de ultra-élite, no solo por la preparación necesaria para tan dura tarea si no por el equipo, lejos del alcance de incluso algunas fortalezas pequeñas. 

Esto me lleva a abordar el tema de los guerreros enanos. En Warhammer se asume que los enanos no tienen demasiados guerreros profesionales: la gran mayoría de enanos de una fortaleza forman parte de una milicia muy bien preparada, y sólo unos pocos llegan a puestos de guerreros profesionales (entre los que destacarían, tradicionalmente, los montaraces (exploradores), barbaslargas (guerreros veteranos), martilladores (guardia real de la fortaleza) y los rompehierros (protectores de los caminos subterráneos). El tema es que claro... ¿Qué hacemos con los rompehierros cuando sabemos que en las Montañas Negras y las Montañas Grises están separadas del Ungdrin Ankor? Ambas cordilleras no están conectadas con el resto de fortalezas enanas por los caminos subterráneos, por lo que realmente no necesitarían un cuerpo de rompehierros. Por otro lado tampoco tienen acceso a gromril (o si lo tienen, es en una cantidad escasa) por lo que los enanos de estas fortalezas no pueden esperar ir tan bien equipados como sus primos de las montañas del Fin del Mundo ni mucho menos hacer cuerpos de rompehierros decentemente equipados. Por lo que de ahí surge mi pregunta...

Sabiendo lo icónicos que son, y lo que me encantan, yo creo que no, que no debería haber rompehierros en las Montañas Grises (ni en las Montañas Negras, todo sea dicho). Y no por la falta de coherencia (ya se que pedirle coherencia al mundo de Warhammer es pedir mucho) si no porque me parece que es constreñir la imaginación. Si los enanos de fuera de las Montañas del Fin del Mundo son exactamente iguales que sus primos, ¿Qué gracia tiene? De hecho yo abogo por, en nuestras partidas de rol, intentar personalizar un poco cada región y cada lugar. Como ya comenté en su momento, en Südlich Wissenland la ciudadela de Karak Ziflin tiene cierta importancia y no la imagino con rompehierros, aunque sí con algún tipo de soldados especializados para sus necesidades, como son proteger pasos de montaña (quizás montañeros o quizás alguna cosa original, ahora mismo sólo puedo pensar en enanos con alabardas simplemente porque me parece un concepto poco utilizado). La grandeza, pero también el problema, de que Warhammer el juego de rol derive de Warhammer el juego de miniaturas es que este segundo tiene tal cantidad de contenido icónico o reconocible que cuando no aparece, o se cambia, hay muchos jugadores que se sienten traicionados o extraños. Pero sin embargo creo que es algo que tenemos que hacer más a riesgo de quedarnos algo atascados o ser extremadamente referenciales. Algo que me gusta mucho de la 4ª edición de rol es que han intentando coger algunas cosas de todo el legado que ha pasado en estas décadas y otras lo ha mantenido como en la 1ª edición, creando una mezcla algo arbitraria y extraña. Es algo que me gusta, aunque yo no lo siga 100% ya que al final mi Warhammer (y el de cada mesa, ¡espero!) es algo distinto y propio. 

Sea como sea, espero que la entrada os haya gustado.

¡Nos leemos!

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