martes, 5 de abril de 2016

Actual Play: Ryuutama II

¿Recordáis la partida de Ryuutama que comenté? ¿Esa que jugué en fin de año? Pues resulta que la retomamos. En realidad hace un tiempo (¿alrededor de un mes?) volvimos a jugar, pero por circunstancias de la vida apenas fue un ratito. Hace unos días volvimos a jugar, ahora más en serio, y aquí vengo a contároslo.

La primera sesión 'cortita' relató la llegada de las chicas (y el joven Idas) a la ciudad. Idas les llevó a casa de su señor, al que le entregaron el sello a cambio de una recompensa en dineros. Con algo de dinero en el bolsillo se prestaron a descansar en la ciudad. Icaria se dedicó a curiosear por aquí y por allá mientras que Merle consultó en las famosas bibliotecas de la ciudad dónde podía encontrar recetas para hacer un té. Así, y con la ayuda de una herborista, la joven sanadora descubrió como hacer un té de propiedades curativas para el que tenía que recoger Flor Carmesí del Amanecer, que solo se encuentra en los pantanos, y Crisantemo de la Noche Blanca, que se encuentra en las montañas, además de agua del caparazón de un dragón de los riscos. Así, preparadas para salir, acabó está pequeña sesión.

La segunda, que como os dije pasó hace unos días, ya fue bastante más larga. Merle estaba decidida a encontrar los materiales para su té por lo que se encaminó hacia el este, donde Icaria había descubierto que había pantanos. El primer día paso sin muchos incidentes, aunque a la noche la joven granjera engañó a Merle, tremendamente miope, para que pensara que una enorme rata era un pequeño y mono ratón de campo. Como no podía ser de otra manera la rata mordió a la sanadora (dándole la condición Enferma (5)), pero esta siguió negando la realidad y se empeñó en llevársela como mascota. Al día siguiente Merle se encontraba mejor y la enfermedad no fue a más, algo bastante bueno considerando además con que a mediodía se encontraron con Nercuta, una aldea a la costa de un lago bastante grande, un pequeño pueblo de unas cincuenta personas que parece una fonda a la que se le han juntado varias casas más. Allí Icaria preguntó sobre los pantanos mientras Merle encontró Laca de Demonio en un árbol ceniciento, ganando así un poderoso y dañino veneno, a la vez que liberaba a su nueva mascota debido a que la encontraba 'un poco nerviosa'. Allí se toparon con el viejo viajero que se encontraron en el puente y estuvieron hablando. Este tiró de conocidos para que un barquero les hiciera un buen precio para cruzar el lago hasta el otro lado, donde quedarían más cerca del pantano. Así que esperaron al día siguiente (dándose una buena comilona con el abuelete) y, al amanecer, se lanzaron a la aventura.

Dibujito que hizo la jugadora mientras escribía la crónica.
Sí, escribe a la vez que juega y lo peor es que hace las dos cosas bastante bien...
Entre ir en barca y descansar les costó un día cruzar el lago y aunque lento este método fue mucho más rápido que bordear el lago (como bien quería Merle, un tanto agarrada). Allí llegaron a una aldea muy similar a la que abandonaron, aunque totalmente volcada al lago: parecía un pueblo algo ajeno a la civilización, un grupo de gentes que se dedicaban a vivir de lo suyo y a tener vagos contactos con los del otro lado del lago. Aunque un tanto más ariscos acogieron a las chicas, que le dijeron al barquero que volviera a por ellas en cuatro días. En esta aldea innominada les dieron cobijo y les indicaron que el pantano estaba al sur, siguiendo el rio que surgía del lago. También les advirtieron de que siguiendo el río encontrarían unas pocas chozas de gente que vivía en los pantanos que seguramente les podrían dar mejores indicaciones sobre la Flor Carmesí del Amanecer. Al día siguiente, y no sin contratiempos, las chicas, el perro y la oveja de carga se lanzaron hacia el sur. Siguiendo el río al cabo de unas pocas horas se toparon con el pequeño asentamiento.

Apenas cuatro pequeñas chozas a la orilla del lago era toda la construcción que había, pero no se advertía mucho movimiento. En tres de ellas no les abrieron, pese a estar evidentemente habitadas. ¿Eran ariscas las gentes del pantano o era algo más? En la cuarta choza una mujer joven les abrió y les dio cobijo, además de contarles qué estaba pasando: una enfermedad asolaba a las gentes del pantano, pero Nastes, el experto en hierbas del lugar, no sabía como remediarla. Todos coincidían con el origen de la enfermedad: Esón, un cazador de ranas, había traído varias unas noches antes y se habían dado un festín. Desde entonces se encontraban enfermos, pero ninguno de los remedios de Nastes les curaba. La llegada de las chicas era toda una bendición ya que podrían traer alguna rana para ver si eran estas las causantes de la enfermedad. Además Nastes le dio indicaciones a Merle para poder encontrar con más fácilidad la flor que andaba buscando. Con todo esto planteado las chicas se fueron a dormir a la única casa sana: mañana tocaría adentrarse en el pantano.

A la mañana siguiente las chicas no tardaron en encontrar lo que buscaban, pese a que fue muy fatigoso y cansado. Merle encontró la flor mientras que Icaria, gracias a su perro, consiguió cazar una de las ranas, aunque la granjera ya se empezó a dar cuenta de que no parecían ranas normales. En cuanto volvieron al pueblo Nastes admitió esto mismo e Icaria (gracias a su habilidad Tradiciones) consiguió recordar qué era lo que le parecía extraño: en realidad no eran ranas, si no ranas demonio (en el juego original son sapos, pero me equivoqué y las estuve todo el rato llamando ranas... Así que ranas se quedan), un espíritu de la enfermedad qué se dedica a maldecir una zona quien sabe por qué motivo. Para acabar con ellas y con la enfermedad había que acabar con el Rey de las Ranas Demonio, que seguramente estaría cerca del pueblo. Sin un minuto que perder las chicas se lanzaron a buscarlo e Icaria, siguiendo el rastro por el que vinieron, se topó con él. Una enorme rana (de un metro de alto) se sentaba mirándolas con sus acuosos y sorprendentemente malignos ojos. Sin miedo se lanzaron a la lucha: Merle atacó con su lanza mientras que Icaria se dedicó a lanzar hechizos (estrellas fugaces para ser mas exactos) desde la retaguardia. A la rana la ayudaban unas ranas más pequeñas y rápidas, mientras que los lengüetazos de la grande, fáciles de esquivar, resultaban terribles si impactaban con su objetivo. El primer lanzazo de Merle, potenciado con el dañino veneno, resultó muy dañino para este Rey de las Ranas Demonio, pero esta siguió luchando como si nada. Finalmente Icaria prefirió confiar en su espada corta y se lanzo al combate directo. Tras unos segundos intensos llenos de golpes, esquivas, tropiezos fortuitos que llevaron a grandes golpes, piedras voladoras y ranas saltarinas con aserradas lenguas (que hicieron bastante daño a las ya heridas y cansadas viajeras) este Rey de las Ranas Demonio acabó por ser vencido y morir... O lo que sea que hacen los demonios.

Cansadas, heridas y algo pachuchas las viajeras volvieron a las chozas, donde los enfermos ya daban algunos signos de mejoría. Allí les obsequiaron con comida gratis (¡Ranas! ¡Siempre tienen que ser ranas!) y les dieron unos regalos como agradecimiento: a Icaria le dieron un bonito chubasquero verde mientras que Esón, que se reveló como un antiguo sanador que había decidido venir a pasar aquí sus último días, le dio a Merle tres pequeños botes para plantas (para dos plantas cada uno) y le enseñó una técnica para cerrarlos mejor y así que duren más tiempo. También les dejaron pasar la noche en a aldea y a la mañana siguiente les dieron algunas raciones como agradecimiento. Finalmente las chicas volvieron al pueblo pesquero, donde el barquero estaría esperándolas, dispuestas a buscar montañas.

El mapa tal y como está hoy.
Comparadlo con la anterior versión para mayor disfrute.
Así acabó la partida, una partida que espero retomar. De forma totalmente fortuita las chicas subieron a nivel 3 (de hecho subieron a nivel 3 con los peequis exactos, algo que no advertí al repartirlos) y se quedaron con ganas de continuar las andanzas de estas dos: Merle tiene pensado hacerse una elaboradora de tés (y ya mira el oficio de Artesano con ojitos) mientras Icaria se pregunta qué diantres está haciendo con su vida. El juego funciona muy bien y es muy sencillo: la jugadora de Icaria, que nunca ha jugado a nada, llevaba meses sin jugar y se acordaba razonablemente bien de como funcionaba todo. Esta vez me he dado cuenta de que Ryuutama tiene una capacidad muy especial y es la de que el paso del tiempo sea muy palpable. La mecánica de las tiradas de Salud/Marcha/Orientación/Acampada (si se hace bien, y no solo una y otra vez) dan muchos detalles sobre las acciones de los personajes y el entorno y son muy evocadoras. El combate, sencillito, mejora bastante cuando haces uso de los Objetos (todos nos reímos bastante cuando Merle explicó como usar el barro para atacar al Rey Rana e Icaria sugirió que a Merle le pegaría más tropezarse con una rama y golpear sin querer con la lanza al anfibio... Cosa que, desde luego y oficialmente, pasó). Este juego me deja muy buenas sensaciones y me da pena ver que no haya más gente jugándolo por ahí.  ¡Hacedlo, de verdad! ¡Merece la pena!

Bueno, hasta aquí la entrada de hoy. Espero que os haya gustado.

¡Nos leemos!

4 comentarios:

  1. Parece que fue una sesión muy divertida por lo que cuentas, podemos leer que hubo un poco de todo y lo mejor es que funciona. Da gusto poder leer unos desarrollos de partidas cuando todo se desarrolla tan bien. En mi caso espero probarlo en breve, por un lado con mis sobrinos (9 y 11 años) y por otro con un grupo de amigos no roleros que tienen curiosidad por mi hobby. Ya os contaré. Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias por los halagos! Realmente fue una partida muy divertida y hay ganas de continuar, aunque no se si será posible...

      Ryuutama es un juego muy asequible para empezar a jugar (y también para jugar siendo ya veterano, no es simplón) y espero que puedas darle algo de tute. ¡Y que luego me lo comentes, claro!

      ¡Gracias por comentar!

      Eliminar
  2. Espero que las ovejas de carga sigan apareciendo muchas veces por aquí. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un bicho la mar de simpático pero soy una persona totalmente parcial: Me encantan esos bichos. Además me lo imagino con un arnés cargado de bolsas y dibujado al estilo manga... Muy simpático, desde luego.

      ¡Gracias por comentar!

      Eliminar