Hace unos días me di cuenta de que, en algún momento (creo que de Noviembre) me salté mi norma de escribir una vez por semana. No recuerdo habérmela saltado y me fastidia a sobremanera, pero estoy dispuesto a solucionarlo. Esto lo digo porque escribiendo esta entrada me he dado cuenta que la parte dedicada a Kislev se me estaba alargando a sobremanera y la sacaré como una última entrada la semana que viene, haciendo que haya un total de dos entradas en una semana (rompo mi regla, ¡pero me prometí 54 entradas en un año y lo conseguiré!). En fin, hoy nos centramos en los orígenes de las fronteras del Viejo Mundo: Norsca en el Norte y los Reinos Fronterizos en el Sur.
Humano (Reinos Fronterizos)
Los Reinos Fronterizos son una región que colinda con el Imperio por el sur. Es una tierra famosa por ser un lugar salvaje y sin ley desde antiguo. Las leyendas cuentan que los reyes de Nekehara intentaron civilizar esta región habitada por primitivos hombres, y algunos eruditos aseguran que es cierto, pero pasara lo que pasara desde luego apenas queda nada. Durante siglos esta región, acosada por pieles verdes y otras bestias surgidas de las Tierras Yermas, fue un lugar de huida para fugitivos, fanáticos y gente desesperada.Estos tendían a organizarse en grupos más o menos homogéneos por razones de autodefensa y casi siempre desaparecían en poco tiempo, ya fuera por rencillas internas, por un asalto de pielesverdes o por el saqueo de otros grupos similares. Allá por el año 1.000 del Calendario Imperial, en una extraña época que el Imperio no se encontraba sumido en conflictos internos, diversas generaciones de emperadores, apoyados por los enanos de las Montañas Negras, intentaron tomar esta región y crear una nueva provincia sureña, pero la conquista fue mucho más dura de lo esperada y tras una serie de conflictos internos los nuevos colonos de esta tierra se enfrentaron a la decisión de sobrevivir por su cuenta o volver a sus tierras. No pocos decidieron quedarse, si bien los resultados tendieron a ser bastante malos.
Unos quinientos años después de ese periplo los bretonianos llegaron a esta zona. Guiados por el barón Tybalt du Bois de Balzac un enorme ejército de caballeros se dirigía hacia Arabia por ruta terrestre para acabar con el malvado sultán Jaffar, que había invadido Estalia. Pero esta región se mostró tan inclemente y dura para los bretonianos como para todos sus anteriores conquistadores y llegar hasta el puerto de Barak Varr les costó más de un año de continuos conflictos y batallas con los pieles verdes (y otros habitantes). Al llegar al puerto enano el barón Tybalt descubrió que Jaffar ya había sido derrotado y su motivo para el viaje carecía de sentido. Replanteándose su situación el barón Tybalt decidió que utilizaría su ejército para conquistar esta zona y ofrecérsela al rey de Bretonia. Los ejércitos de Tybalt consiguieron expulsar a la gran mayoría de los orcos más allá del Río de la Sangre, siendo los primeros en pacificar esta horrible tierra. Aún así su legado no duraría: Tybalt murió en la batalla y sus lugartenientes, incapaces de elegir un sucesor, se repartieron las tierras y crearon pequeños reinos independientes. De ahí surgió el término Reinos Fronterizos, nomenclatura que se usa aún hoy.
Durante siglos los Reinos Fronterizos fueron pequeños reinos o incluso ciudades estado más o menos estables, si bien la cercanía a las Tierras Yermas y la enorme conflictividad interna la convertía en uno de los sitios más peligrosos del Viejo Mundo. Pero de unos siglos a esta parte los Reinos han ido decayendo debido a la cada vez mayor actividad de los pieles verdes, que desde hace tiempo volvieron a cruzar el Rçio de la Sangre y entrando en la región en sí. Esto ha hecho que muchos de los antiguos Reinos Fronterizos hayan caído pero de sus restos han surgido otros reinos aún más pequeños, inestables y pobres. Los Reinos Fronterizos llevan siendo durante siglos siendo un lugar de huida para nobles caídos en desgracia, fugitivos, criminales perseguidos o gente que busca un nuevo comienzo. Los más ambiciosos son capaces de forjar sus propios pequeños reinos mientras que el resto se tienen que contentar con servir a una recua de señores peligrosos, conspiradores y paranoicos que constantemente creen que van a ser traicionados o invadidos. Los Reinos Fronterizos son una tierra sin ley donde solo los más fuertes sobreviven pero que acoge a todos aquellos que tengan el valor de intentar vivir en la región. Sus habitantes son enormemente variados y en ningún lugar del Viejo Mundo se puede encontrar tal mezcolanza de orígenes. Lo único que los habitantes de los Reinos Fronterizos tienen en común es su voluntad de sobrevivir a lo que sea. Este perfil representa a un habitante de los Reinos Fronterizos 'de sangre', cuya familia lleva ya varias generaciones en la región y que no conoce otro mundo más que este.
Unos quinientos años después de ese periplo los bretonianos llegaron a esta zona. Guiados por el barón Tybalt du Bois de Balzac un enorme ejército de caballeros se dirigía hacia Arabia por ruta terrestre para acabar con el malvado sultán Jaffar, que había invadido Estalia. Pero esta región se mostró tan inclemente y dura para los bretonianos como para todos sus anteriores conquistadores y llegar hasta el puerto de Barak Varr les costó más de un año de continuos conflictos y batallas con los pieles verdes (y otros habitantes). Al llegar al puerto enano el barón Tybalt descubrió que Jaffar ya había sido derrotado y su motivo para el viaje carecía de sentido. Replanteándose su situación el barón Tybalt decidió que utilizaría su ejército para conquistar esta zona y ofrecérsela al rey de Bretonia. Los ejércitos de Tybalt consiguieron expulsar a la gran mayoría de los orcos más allá del Río de la Sangre, siendo los primeros en pacificar esta horrible tierra. Aún así su legado no duraría: Tybalt murió en la batalla y sus lugartenientes, incapaces de elegir un sucesor, se repartieron las tierras y crearon pequeños reinos independientes. De ahí surgió el término Reinos Fronterizos, nomenclatura que se usa aún hoy.
Durante siglos los Reinos Fronterizos fueron pequeños reinos o incluso ciudades estado más o menos estables, si bien la cercanía a las Tierras Yermas y la enorme conflictividad interna la convertía en uno de los sitios más peligrosos del Viejo Mundo. Pero de unos siglos a esta parte los Reinos han ido decayendo debido a la cada vez mayor actividad de los pieles verdes, que desde hace tiempo volvieron a cruzar el Rçio de la Sangre y entrando en la región en sí. Esto ha hecho que muchos de los antiguos Reinos Fronterizos hayan caído pero de sus restos han surgido otros reinos aún más pequeños, inestables y pobres. Los Reinos Fronterizos llevan siendo durante siglos siendo un lugar de huida para nobles caídos en desgracia, fugitivos, criminales perseguidos o gente que busca un nuevo comienzo. Los más ambiciosos son capaces de forjar sus propios pequeños reinos mientras que el resto se tienen que contentar con servir a una recua de señores peligrosos, conspiradores y paranoicos que constantemente creen que van a ser traicionados o invadidos. Los Reinos Fronterizos son una tierra sin ley donde solo los más fuertes sobreviven pero que acoge a todos aquellos que tengan el valor de intentar vivir en la región. Sus habitantes son enormemente variados y en ningún lugar del Viejo Mundo se puede encontrar tal mezcolanza de orígenes. Lo único que los habitantes de los Reinos Fronterizos tienen en común es su voluntad de sobrevivir a lo que sea. Este perfil representa a un habitante de los Reinos Fronterizos 'de sangre', cuya familia lleva ya varias generaciones en la región y que no conoce otro mundo más que este.
Habilidades: Aguante, Atletismo, Carisma, Cotilleo, Cuerpo a cuerpo (Básico), Frialdad, Hablar idioma (Cualquier idioma viejomundano), Intimidar, Intuición, Movimiento silencioso (Rural), Percepción, Supervivencia.
Talentos: Condenado o Suerte, Muy resistente o Vigilancia, 2 talentos aleatorios, ¡A correr! u 80 px.
Humano (Norsca)
Norsca es una península que se encuentra en la parte más norteña del Viejo Mundo. De hecho muchos estudiosos consideran que Norsca no forma parte del Viejo Mundo como tal, aunque este es un tema discutido y controvertido entre la comunidad de geógrafos y cartógrafos. Físicamente Norsca es una península grande y extremadamente montañosa. Sólo algunos valles y algunas costas tienen algo similar a tierras llanas. El resto se compone por colinas y montañas aparentemente sin fin, sembradas de oscuros bosques y profundos fiordos que se adentran en el mar. Es una tierra con un clima extremadamente frío en invierno, algunos aseguran que hasta antinaturalmente frío... Pero no es de extrañar debido a que su cercanía a los Desiertos del Caos hace que todo en Norsca tenga un tinte extraño y antinatural.
La historia de Norsca no es especialmente larga y conocida ya que los norses jamás han montado una nación como tal. Sus leyendas cuentan que son originarios de antes de los tiempos de Sigmar, pero que el primer Emperador los expulsó de sus tierras al no jurarle lealtad. Los antepasados de los norses huyeron hacia el norte pero allá los ungoles los expulsaron de nuevo. Resentidos y golpeados estos refugiados acabaron en la extraña tierra de Norsca, donde se asentaron a su pesar. Esta tierra los moldeó y los cambió de forma definitiva. Con el paso de los siglos los ahora conocidos como norses se fueron dividiendo en tribus mientras se expandían por toda su nueva península. No existe ningún rey de Norsca, si no un montón de pequeños caudillos tribales que siempre están reñidos unos con otros. Pese a esto los viejomundanos tienden a generalizar con los norses y es que sus acciones no es que sean las más agradables: son famosos por ser saqueadores y piratas, aterrorizando las costas del Viejo Mundo con sus rapiñas. Y, por encima de todo, cuando las hordas del Caos han bajado hacia el sur muchas veces los norses las han acompañado para luchar junto con ellas. Eso no ha mejorado su fama, desde luego.
Los norses son un pueblo curioso. De gran estatura, fuertes y valientes viven en una cultura extremadamente militarizada y ritualizada. Los norses ven a la mano de los espíritus, los dioses y el destino en cada acción, llegando a sentir un desprecio tácito por todas las acciones tomadas con miedo y con dudas. Valoran la extrema violencia, pero también la astucia y el engaño. El tema más polémico y que más fricción causa con el resto de los viejomundanos es su aceptación de los dioses del Caos como parte integral de su cultura. Aunque varía según la tribu los norses tienden a respetar (aunque sea por miedo) a estas deidades y les rinden culto. Esto es más acusado en las tribus norteñas, que en su mayoría se podrían considerar tribus casi por completo vendidas al Caos, mientras que en las tribus sureñas esta adoración es menos común y abierta. Muchos sacerdotes de Taal y Ulric han intentado convertir a los norses y en algunos casos han tenido algo de éxito pero los rudos hombres del norte siguen creyendo que los Poderes Ruinosos son los más poderosos, para bien o para mal. De unos siglos a esta parte muchos norses han partido al Viejo Mundo para buscar fama y fortuna. Los mercenarios norses no son extraños y tienen fama de ser brutales y poco de fiar. Marienburgo alberga la comunidad de norses más grande del Viejo Mundo debido que los mercaderes marienburgueses se han obstinado en tener a las tribus sureñas como socios comerciales, cosa que les aporta pingües beneficios aunque también bastantes problemas. Sea como sea no es extraño ver a un norse de viajes por el Imperio o incluso más allá. Algunos buscan riquezas, otros hacerse un nombre y no son raros los que huyen de algún acontecimiento pasado. La mayoría viven una mezcla de las tres cosas.
La historia de Norsca no es especialmente larga y conocida ya que los norses jamás han montado una nación como tal. Sus leyendas cuentan que son originarios de antes de los tiempos de Sigmar, pero que el primer Emperador los expulsó de sus tierras al no jurarle lealtad. Los antepasados de los norses huyeron hacia el norte pero allá los ungoles los expulsaron de nuevo. Resentidos y golpeados estos refugiados acabaron en la extraña tierra de Norsca, donde se asentaron a su pesar. Esta tierra los moldeó y los cambió de forma definitiva. Con el paso de los siglos los ahora conocidos como norses se fueron dividiendo en tribus mientras se expandían por toda su nueva península. No existe ningún rey de Norsca, si no un montón de pequeños caudillos tribales que siempre están reñidos unos con otros. Pese a esto los viejomundanos tienden a generalizar con los norses y es que sus acciones no es que sean las más agradables: son famosos por ser saqueadores y piratas, aterrorizando las costas del Viejo Mundo con sus rapiñas. Y, por encima de todo, cuando las hordas del Caos han bajado hacia el sur muchas veces los norses las han acompañado para luchar junto con ellas. Eso no ha mejorado su fama, desde luego.
Los norses son un pueblo curioso. De gran estatura, fuertes y valientes viven en una cultura extremadamente militarizada y ritualizada. Los norses ven a la mano de los espíritus, los dioses y el destino en cada acción, llegando a sentir un desprecio tácito por todas las acciones tomadas con miedo y con dudas. Valoran la extrema violencia, pero también la astucia y el engaño. El tema más polémico y que más fricción causa con el resto de los viejomundanos es su aceptación de los dioses del Caos como parte integral de su cultura. Aunque varía según la tribu los norses tienden a respetar (aunque sea por miedo) a estas deidades y les rinden culto. Esto es más acusado en las tribus norteñas, que en su mayoría se podrían considerar tribus casi por completo vendidas al Caos, mientras que en las tribus sureñas esta adoración es menos común y abierta. Muchos sacerdotes de Taal y Ulric han intentado convertir a los norses y en algunos casos han tenido algo de éxito pero los rudos hombres del norte siguen creyendo que los Poderes Ruinosos son los más poderosos, para bien o para mal. De unos siglos a esta parte muchos norses han partido al Viejo Mundo para buscar fama y fortuna. Los mercenarios norses no son extraños y tienen fama de ser brutales y poco de fiar. Marienburgo alberga la comunidad de norses más grande del Viejo Mundo debido que los mercaderes marienburgueses se han obstinado en tener a las tribus sureñas como socios comerciales, cosa que les aporta pingües beneficios aunque también bastantes problemas. Sea como sea no es extraño ver a un norse de viajes por el Imperio o incluso más allá. Algunos buscan riquezas, otros hacerse un nombre y no son raros los que huyen de algún acontecimiento pasado. La mayoría viven una mezcla de las tres cosas.
Habilidades: Aguante, Atletismo, Cuerpo a cuerpo (Básico), Escalar, Frialdad, Intimidar, Nadar, Navegar, Percepción, Regatear, Remar, Supervivencia.
Talentos: Recio o Furia, Muy fuerte o Guerrero nato, 2 talentos aleatorios, Decidido u 80 px.
Y con esto acabaría la entrada de hoy. Cortita, sí, pero es lo que hay. Dentro de unos días quedará cerrada esta serie, ¡que ya es! En fin, como siempre, espero que os haya gustado.
¡Nos leemos!
Y con esto acabaría la entrada de hoy. Cortita, sí, pero es lo que hay. Dentro de unos días quedará cerrada esta serie, ¡que ya es! En fin, como siempre, espero que os haya gustado.
¡Nos leemos!
Recuerdo los reinos fronterizos de cuando ley la venganza de Gilead. Ya que la mayor parte de las aventuras de este elfo ocurrian alli. Me parecio un lugar interesante del que nada sabia dentro de la ambientacion de Warhammer.
ResponderEliminarPor otro lado en la primera edicion del Warhammer RPG recuerdo que cuando ley sobre los Norses me dio toda la impresion de que eran vikingos tal cual, solo que algunos se habian unido al Kaos.
ResponderEliminarEn fin, gran post, un saludo y Feliz navidad.
Los Reinos Fronterizos siempre han sido un poco una tierra de nadie para los propios escritores de trasfondo. En algunas versiones parece que hay algún tipo de reinos más o menos estables, en otras son un maldito berenjenal donde hay un montón de pequeños señores continuamente a la gresca entre ellos. En mi versión he tomado por un camino intermedio que creo que puede ser interesante.
ResponderEliminarEl tema de los norses también es curioso. En las ediciones viejas eran, en efecto, vikingos sin más. Luego en los libros de ejército de Caos siempre solieron ponerlos como caóticos y en el Tomo de Corrupción hicieron un punto intermedio muy interesante. Los sureños eran vikingos con algunos toques caóticos PERO sin estar vendidos al Caos, de hecho se presentan como las primeras víctimas de las legiones del Caos. Las tribus norteñas son ya casi completamente caóticas, mucho más chungas. Esta visión me gusta bastante y es la que he reflejado aquí.
En fin, me alegra que te haya gustado.
¡Nos leemos!