miércoles, 20 de febrero de 2019

Los Orcos de El Reino

Llevo unos días hablando de El Reino y la verdad es que no veo el motivo para parar. Así que hoy vamos a alejarnos del mundo feérico (al que volveré en unos días) para hablar de unos enemigos crueles y terribles: los orcos.

Seguimos robando arte de El Anillo Único. No es mi culpa, que no lo hagan tan guay. 
Los orcos son una raza de humanoides cruel y mezquina con un origen oscuro. Se dice que en los días antiguos una tribu de humanos se vendió en cuerpo y alma a las fuerzas del Caos, de una manera que nunca antes (ni después) se ha vuelto a ver. Cientos de leyendas, cuentos y relatos moralizantes hablan del motivo por el cual estos hombres eran tan salvajes y horribles pero lo único que sabemos con certeza es que de esta impía unión nacieron los orcos. 

Los orcos son un pueblo notablemente tocado por el Caos. Aunque tienen cierta apariencia humana siempre resulta terriblemente deformada, como si acaso hubieran sido hechos a medias. Algunos tienen largos brazos que arrastran hasta el suelo y otros son patizambos. Otros parecen prácticamente humanos pero siempre tienen extraños detalles (caras horrendas, garras en vez de manos, etc). El color de su piel y de sus cabellos siempre destaca por no ser natural: verde, grisáceo incluso rojo o amarillo ocre (o una mezcla de varios). A un primer vistazo alguien podría pensar que un orco parece un humano que ha sido despojado de todas las características que lo hacen tal, como si fuera una burla o parodia de la propia humanidad. Y hasta cierto punto es verdad.

La naturaleza de los orcos es cruel y destructiva. Las cosas ordenadas y bellas les molestan a sobremanera e intentan corromperlas por el simple placer de que pueden hacerlo. Los orcos tienen una fuerte mentalidad servil y siempre siguen al más fuerte de entre los suyos o se ponen al servicio de un malvado, cruel y poderoso señor. Es casi como si se vieran naturalmente atraídos hacia la gente que cumple estos requisitos. Se conocen muchos casos de señores malvados que han acabado con orcos en sus filas, aunque nadie sabe decir de donde han salido, sólo que vinieron de lejos. Aunque generalmente viven en grupos bastante pequeños (y que guerrean entre ellos, generalmente por la arrogancia, avaricia o crueldad de sus líderes) de vez en cuando surge un ser tan malvado y cruel que puede atraer bajo su mando una importante horda de orcos. En el cénit del Reino esto era algo desconocido, pero con la enfermedad del Rey se teme que las bandas de orcos se hagan más y más numerosas.

A nivel físico los orcos no son mucho más fuertes que un humano, aunque hay casos de orcos que crecen hasta límites insospechados, llegando a superar los dos metros con facilidad. Aún así el principal poder de los orcos reside en el miedo: los orcos suelen cometer actos de destrucción y crueldad innecesaria para crear el miedo en el corazón de los hombres. La gran baza de los orcos es que, una vez se combate con ellos, sus oponentes les teman tanto que huyan a la mínima oportunidad. Por eso mismo los orcos suelen utilizar armas y armaduras de aspecto brutal y terrible, con la esperanza de reforzar esta temible imagen. Además de esto los orcos son soldados sorprentemente efectivos y cumplen órdenes casi sin rechistar, quizás debido a esa mentalidad servil que tienen por naturaleza. Aunque esto tiene sus cosas buenas también es una fuerte debilidad: Si se acaba con sus líderes directos los orcos suelen quedarse totalmente confundidos, sin saber que hacer, soliendo huir para poder reorganizarse.

Los orcos, igual que cualquier ser vivo, tienen necesidades básicas. Pueden comer de todo, hasta las cosas más podridas, pero suelen preferir comer bien (algo en lo que no se diferencian de los hombres, vaya). El problema es que los orcos son, generalmente, vagos y perezosos. Odian el trabajo físico pero, curiosamente, no son torpes a la hora de ejercerlo. Esto se debe a que, generalmente, los orcos fuertes y maduros obligan a sus camaradas más débiles a realizar todas las actividades en los asentamientos. Así bien casi todos los orcos jóvenes suelen haber trabajado de artesanos o granjeros en algún momento de sus vidas, aunque evitan hacerlo siempre que pueden. No es raro que los orcos tomen prisioneros para que trabajen por ellos, aunque el trato a estos siempre suele ser cruel y brutal. Una nota curiosa es que los orcos no pueden tener ningún trato con animales: los aborrecen y el sentimiento parece ser mutuo. Son incapaces de domesticar a ningún animal y aquellos ya domesticados se vuelven salvajes cuando conviven con ellos.

Los orcos son eminentemente nómadas y suelen viajar siguiendo rutas de saqueo, caza y destrucción. El sitio en el que se asientan suelen transformarlo rápidamente en una fortaleza defendible pero basta desde donde pueden lanzar ataques a los sitios cercanos. Los habitantes del Reino suelen ver a los orcos de dos maneras distintas: o como grupos de bandidos o saqueadores errantes de pequeño tamaño (generalmente grupos de orcos demasiado pequeños que están de paso o que se han quedado desarticulados) o como bandas de guerra que se dedican a arrasar y saquear a su antojo. Hace mucho tiempo que no se ve un verdadero ejército de orcos... Y si se viera, habría que temerlo profundamente.

Pese a que su propia naturaleza parece malvada y corrompida, los orcos no son seres totalmente violentos. Se puede dialogar con un orco en dos situaciones: la primera es cuando creen que van a ganar más con tu vida que matándote. Los orcos no le ven ningún valor al dinero pero sí les encantan los objetos manufacturados, especialmente las armas. Se puede sobornar a los orcos para que no te ataquen si creen que pueden seguir extorsionandote y así se ahorran el trabajo. No son pocas las pequeñas aldeas que han sido extorsionadas por bandas de orcos (algo que, en mucho caso, a acabado siendo su perdición). El segundo caso en el que se puede dialogar con un orco es cuando se tiene una posición de fuerza. Como ya hemos dicho los orcos son profundamente serviles con aquellos que saben más fuertes que ellos y si se encuentran en posición de debilidad los orcos suelen recurrir a traiciones y actitudes cobardes si creen que pueden salvar la vida. Un orco no dudará en vender información importante sobre su señor (o sus compañeros) si cree que con eso puede sobrevivir.

Muchos son los eruditos que discuten sobre la posición natural de los orcos: ¿Son seres intrínsecamente malvados o pueden ser redimidos? No se ha zanjado el debate sobre el tema en ninguno de los centros de saber del reino. Muchos creen que, aunque su naturaleza les dicta ser malvados, podrían llegar a dejar de serlo con gran esfuerzo y empeño. Otros (generalmente los que están acostumbrados a luchar contra ellos) creen que un orco siempre será malvado y que lo único que merecen es la muerte. Este largo debate no se ha zanjado en siglos y no tiene pinta de que vaya a desaparecer ahora.

Y con esto tendríamos a los orcos de El Reino. ¿Que os parecen? Sea como sea, espero que os haya gustado.

¡Nos leemos!

4 comentarios:

  1. Hará cosa de un año, en la campaña de Classic Fantasy, el grupo comenzó a explorar unas montañas. En un valle encontraron a orcos que estaban pastoreando un rebaño de cabras -eran esclavos de un gigante-, lo que provocó la hilaridad de algún jugador. Lo encontraba ridículo.

    Por mi parte, siempre me he preguntado cómo es que los orcos siempre se las apañan para sobrevivir en esos entornos mucho más yermos y desprovistos de alimentos; montañas, pantanos, etc., sitios en los que los humanos apenas podrían mantenerse en pequeños números. Y no solo sobreviven, sino que crecen hasta alcanzar números capaces de formar hordas descomunales con las que asaltar los reinos de los hombres.

    ¿Es que pueden comer piedras con guarnición de barro?¿Acaso son unos maestros en la conservación y aprovechamiento de los recursos naturales?

    Total, que en cualquier entorno que trate de mantener cierta coherencia tengo que entender que los orcos cultivan, y crían ganado, y hacen otras cosas para no morirse de hambre. Pero también entiendo que a algunos les parezca "erróneo" presentarlos de una forma que no sea vociferando gritos de guerra mientras agitan las armas.

    Por eso me ha gustado tu descripción de estos seres. A medio camino entre los malos que matas y olvidas en una partida, y los orcos con "sentimientos y mierdas de esas", que tampoco me acaban de gustar. La voy a tener en cuenta a la hora de conceptualizar a bichos como estos en mis propias partidas.

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    1. Gracias por tus palabras. Es cierto que muchas veces no tenemos en cuenta que los monstruos son seres vivos. Que ojo, yo tampoco suelo abogar por humanizar demasiado a los monstruos (porque para eso, bueno, puedo utilizar humanos y ya está) pero leches, de algo tienen que vivir.

      ¡Gracias por comentar!

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