Por primera vez en mi vida, y de forma totalmente inesperada, he empezado el año jugando a rol. Un poco de contexto irá bien para entender esto que aunque a algunos les resulte normal para mí ha sido la primera vez...
Este año me he ido a pasar el fin de año al pueblo de mi novia. Como íbamos a estar varios días antes de fin de año y soy un chico previsor en lo rolero me llevé mi copia del Ryuutama, por si acaso sonaba la flauta. Pero pasaron los días y entre pitos y flautas no hicimos nada rolero. La cosa es que el 31, una vez ya estaba todo preparado y estando aburridos a la tarde, hablamos de la posibilidad de jugar a Ryuutama. Mi novia habló con su hermana y esta pareció interesada (¿Quien podría resistirse a Ryuutama, de todas maneras?) así que empecé a improvisar algo para pasar la tarde. Serían como las siete cuando empezamos a crear los personajes. Lo bueno es que ambas ya tienen algo de experiencia con el rol (mi novia, por mi pesadez, conoce más cosas... su hermana solo con Vampiro, pero es algo que salió un poco mal y que espera un futuro reboot) así que los conceptos básicos ya estaban explicados. Crear los personajes fue algo sencillo, ya que ambas ya se habían mirado el manual y aunque no tenían demasiada idea del sistema (es decir, ninguna) ya tenían claro que clases querían llevar. Así rápidamente empezó la historia con dos personajes.
Mi novia llevaba a su sanadora Merle, una joven miope y patosa con cierta tendencia a envenenar (¿por accidente? ¿a propósito? ¿50/50?) a sus pacientes. Su maestro le ha instado a salir de viaje a ver si con suerte no la vuelve a ver.
Su hermana llevaba a Icaria, una granjera de una granja cercana al pueblo de Merle. Tiene siete hermanos mayores y ha decidido irse de viaje un poco por hartazgo. Pese a ser una granjera es una 'dulce flor' ya que sus hermanos siempre la han tratado como una reina.
Mi novia llevaba a su sanadora Merle, una joven miope y patosa con cierta tendencia a envenenar (¿por accidente? ¿a propósito? ¿50/50?) a sus pacientes. Su maestro le ha instado a salir de viaje a ver si con suerte no la vuelve a ver.
Su hermana llevaba a Icaria, una granjera de una granja cercana al pueblo de Merle. Tiene siete hermanos mayores y ha decidido irse de viaje un poco por hartazgo. Pese a ser una granjera es una 'dulce flor' ya que sus hermanos siempre la han tratado como una reina.
A la hora de crear PJ ambas escogieron el arquetipo mágico, pero Merle se decantó por la magia de Invierno mientras que Icaria por la de Otoño. Además sus encantamientos eran diferentes así que, al final no eran tan parecidas.
En su viaje les acompañaban dos animales. Icaria tiene a su mascota, un lobero irlandés (porque en todas las ambientaciones existe Irlanda) bastante simpático llamado Krauser. Mientras tanto Merle cuenta con la bestia de carga del grupo, una enorme oveja (no sabemos si es mágica o es que en su pueblo son así de grandes todas) llamada Sheepy. De esta manera, y el último día del último mes del año, las dos compañeras comenzaron su viaje. La historia sería de un ryujiin esmeralda, ya que nos daba bastante libertad y además al ser nuevo en esto del concepto del ryujiin preferí no andarme con locuras.
Rápidamente improvisamos la ciudad a la que se dirigían, Altoroble. Esta ciudad, enclavada en mitad de un bosque, es la capital de un antiguo (y pequeño) reino de montañeses. Su castillo sobre una colina, así como su monasterio (dotado de una curiosamente bien surtida biblioteca) son sus más representativos edificios y en general todo tiene un aire rústico y tranquilo. El único problema es que a día de hoy la ciudad tiene un importante problema de bandidos por los bosques de alrededor, por lo que hay que andarse con ojo cuando se viaja por ahí. A falta de un nombre mejor bauticé a la región como 'las Tierras Altas' y así empezamos a jugar.
El primer día de viaje todo fue bastante sobre ruedas ya que, pese a estar nublado, el viaje pasaba por suaves colinas y seguían un camino bien señalizado por lo que no hubo que lamentar heridas. Pero las desgracias no tardaron en aparecer cuando, al llegar al puente que cruzaba el río, vieron que este estaba destruido. Un pequeño grupo de viajeros (formado por una ruda cazadora montañesa, otros dos aventureros sureños y un viejo y liante adivino/mercader) se encontraba murmurando, discutiendo sobre como cruzar, cuando llegaron las dos protagonistas. Gracias a los conocimientos botánicos de Merle pudieron encontrar un buen árbol que hiciera de puente y entre todos lo cortaron e hicieron un pequeño puente improvisado. Aun así seguía siendo peligroso cruzar e Icaria, por ser más ágil que Merle, se ofreció para cruzar con una cuerda para así poder atarla a un árbol del otro lado y hacer que todo fuera más estable. Además la granjera tenía la esperanza de perder de vista a la sanadora y por eso prefirió ir delante... Quizás fuera por sus malas intenciones, quien sabe, pero al primer intentó se cayó al agua y aunque pudieron recogerla con rapidez tragó bastante agua (¡la corriente es fuerte, al fin y al cabo!) y ganó el estado Cansado: 4. Aun así no se amedrentó y volvió a intentar cruzar, esta vez consiguiéndolo sin problemas y ayudando a cruzar al resto del grupo. Mientras tanto Merle estaba disfrutando de una charla con el anciano y dándole de beber su famoso 'te del amor', con desconocidos ingredientes y que Icaria está seguro de que está envenenado. Tras este incidente el grupo al completo siguió la marcha hasta un cruce de caminos. Icaria y Merle eran las únicas que seguían el camino que les conducía hacia el Noreste para la ciudad, ya que los otros dos aventureros se marchaban por el camino del Norte (hacia la 'tierra de los clanes'), el viejo vidente seguía algunas sendas que conducían hacia el Este, para visitar algunos pueblos y aldeas antes de ir a Altoroble y la cazadora se quedaría por la zona, ya que por allí estaba segura de encontrar trabajo. Las chicas acamparon sin problemas y acabaron el día.
Cuando estábamos aquí nos dimos cuenta de que iba siendo hora de cenar y de hacer todo lo que se supone que hay que hacer en una cena de Año Nuevo (uvas, felicitarse y, como no, ver a Ramón García con su capa). En cuanto acabamos decidimos que hacer y, para mi sorpresa, ambas chicas querían seguir con la partida. Así que, literalmente, empecé el año jugando a rol.
Volviendo a la partida, el segundo día fue algo más durillo. El camino seguía existiendo pero su estado era horrible. Esto no había sido de demasiada importancia en las colinas suaves, pero en el bosque se convertía en un verdadero fastidio ya que aunque la posibilidad de perderse era casi nula la de salir herido por el mal estado no lo era tanto. Las dos chicas continuaron por el camino... bastante mal. Ambas salieron bastante heridas pero el peso del daño cayó sobre todo en Icaria, que se tropezó repetidas veces y en repetidos lugares (sacó una Pifia en su tirada de Marcha). Entre golpes y tropiezos la sanadora mioe acabó en el suelo al lado de una pequeña bolsa de cuero que se encontraba cerca del camino. Las chicas, sin ningún tipo de miramiento, se lanzaron a ver que contenía pero para su desgracia no contenía dinero, aunque si un curioso sello que ninguna de las dos reconoció. Aun así estaban bastante heridas aunque, por suerte, Merle pudo curar las heridas de ambas gracias a algunas manzanas crepusculares que había podido encontrar por el camino por lo que a la larga no fue para tanto. A medio día se toparon con una construcción abandonada, una vieja fonda en el camino que a todas luces llevaba sin habitar unos pocos años (¿dos, quizás tres?). No era un edificio en ruinas, si no que parecía simplemente deshabitado. Cuando intentaron entrar vieron que todos los accesos estaban atrancados por lo que, sospechando algo raro, decidieron pasar de largo. Lo que se dice evitar problemas innecesarios, algo totalmente lógico considerando lo mal que iba el día. Y, ah, hablando de malos días... Empezó a llover. A llover mucho y de forma muy salvaje. Considerando el mal estado del camino seguir era una locura por lo que se propusieron buscar refugio. Pronto encontraron un entramado de árboles que más o menos les cubría de lo peor de la lluvia por lo que ahí se plantaron, esperando a que todo pasara. Al rato vieron como una figura, un hombre joven, venía del camino que iba a la ciudad. Iba armado pero no parecía del todo peligroso, por lo que Icaria le ofreció compartir su refugio (con quejas de Merle, que aseguraba haberlo encontrado ella). El joven se presentó como ser Idas, un caballero de la ciudad que andaba buscando un valioso objeto perdido por su señor hace poco en una partida de caza. Hablando descubrieron que andaba buscando el sello e Icaria se lo ofreció sin contemplaciones, confiando plenamente en el caballero. Este quedó asombrado por tal generosidad y se ofreció a acompañarlas a la ciudad, además de hablar muy bien de ellas a su señor. Mientras Icaria e Idas hablaban Merle pudo contemplar un pequeño espectáculo de la naturaleza: en una de las ramas más bajas de uno de los árboles que les cubrían un pequeño dragón de la lluvia se estaba paseando con calma, feliz en su ignorancia de los viajeros. El pequeño dragón se paseó un rato hasta que se dio cuenta de que lo observaban, momento en el que se escondió esperando a que pasaran. Merle le dejó un poco de comida, que el dragón aceptó una vez se aseguró de que no miraban. Poco después se marchó y viendo que la lluvia no amainaba los viajeros decidieron acampar en este lugar. No fue el mejor campamento, pero al no estar demasiado cansados no hubo problemas.
El día siguiente fue bastante sobre ruedas. Todos se despertaron sorprendentemente bien y secos, fruto (seguramente) del congraciarse con el pequeño dragón de la lluvia. Además según avanzaron el camino estaba mejor señalizado y en mejor estado, además que los bosques daban paso gradualmente a tierras labradas. La compañía de ser Idas les daba seguridad, además de un alegre compañero de viaje. En este ambiente tan bucólico y alegre nadie esperaba encontrarse con un bandido en el camino, y el bandido menos que nadie. En un momento incómodo en el que todos se quedaron mirándose de forma sorprendida Merle, ajena a esto debido a su impresionante ceguera, siguió caminando hacia delante como si nada. El bandido se lo tomó como una amenaza y se lanzó a por ellos. Fue un combate rápido y aunque al principio todos los ataques fueron flojuchos una estrella fugaz lanzada por Merle y un espadazo certero (¡crítico!) de ser Idas acabó con el bandido, que salió huyendo herido entre la espesura. Sabiendo que seguirlo podía ser un peligro el grupo decidió continuar su camino hasta Altoroble. La partida terminó con el grupo viendo las murallas de la ciudad a lo lejos.
El resultado final fue más que satisfactorio. Ambas jugadoras quedaron bastante contentas y con ganas de jugar y yo quedé sorprendido por la versatilidad y, a su vez, sencillez de Ryuutama. El juego nos ha gustado bastante y tenemos ganas de continuar, aunque ahora la cosa va a estar difícil debido a que Enero se me presenta un tanto peliagudo. Aun así ya puedo decir que empecé el año jugando a rol... Y no sólo eso, si no que haciéndolo con mi novia, iniciando a su hermana y además dejando un buen sabor de boca a todo el mundo. No es mala manera de empezar el año, ¿eh?
¡Nos leemos!
En su viaje les acompañaban dos animales. Icaria tiene a su mascota, un lobero irlandés (porque en todas las ambientaciones existe Irlanda) bastante simpático llamado Krauser. Mientras tanto Merle cuenta con la bestia de carga del grupo, una enorme oveja (no sabemos si es mágica o es que en su pueblo son así de grandes todas) llamada Sheepy. De esta manera, y el último día del último mes del año, las dos compañeras comenzaron su viaje. La historia sería de un ryujiin esmeralda, ya que nos daba bastante libertad y además al ser nuevo en esto del concepto del ryujiin preferí no andarme con locuras.
Rápidamente improvisamos la ciudad a la que se dirigían, Altoroble. Esta ciudad, enclavada en mitad de un bosque, es la capital de un antiguo (y pequeño) reino de montañeses. Su castillo sobre una colina, así como su monasterio (dotado de una curiosamente bien surtida biblioteca) son sus más representativos edificios y en general todo tiene un aire rústico y tranquilo. El único problema es que a día de hoy la ciudad tiene un importante problema de bandidos por los bosques de alrededor, por lo que hay que andarse con ojo cuando se viaja por ahí. A falta de un nombre mejor bauticé a la región como 'las Tierras Altas' y así empezamos a jugar.
Las Tierras Altas tienen pinta a algo parecido a esto. |
Cuando estábamos aquí nos dimos cuenta de que iba siendo hora de cenar y de hacer todo lo que se supone que hay que hacer en una cena de Año Nuevo (uvas, felicitarse y, como no, ver a Ramón García con su capa). En cuanto acabamos decidimos que hacer y, para mi sorpresa, ambas chicas querían seguir con la partida. Así que, literalmente, empecé el año jugando a rol.
Volviendo a la partida, el segundo día fue algo más durillo. El camino seguía existiendo pero su estado era horrible. Esto no había sido de demasiada importancia en las colinas suaves, pero en el bosque se convertía en un verdadero fastidio ya que aunque la posibilidad de perderse era casi nula la de salir herido por el mal estado no lo era tanto. Las dos chicas continuaron por el camino... bastante mal. Ambas salieron bastante heridas pero el peso del daño cayó sobre todo en Icaria, que se tropezó repetidas veces y en repetidos lugares (sacó una Pifia en su tirada de Marcha). Entre golpes y tropiezos la sanadora mioe acabó en el suelo al lado de una pequeña bolsa de cuero que se encontraba cerca del camino. Las chicas, sin ningún tipo de miramiento, se lanzaron a ver que contenía pero para su desgracia no contenía dinero, aunque si un curioso sello que ninguna de las dos reconoció. Aun así estaban bastante heridas aunque, por suerte, Merle pudo curar las heridas de ambas gracias a algunas manzanas crepusculares que había podido encontrar por el camino por lo que a la larga no fue para tanto. A medio día se toparon con una construcción abandonada, una vieja fonda en el camino que a todas luces llevaba sin habitar unos pocos años (¿dos, quizás tres?). No era un edificio en ruinas, si no que parecía simplemente deshabitado. Cuando intentaron entrar vieron que todos los accesos estaban atrancados por lo que, sospechando algo raro, decidieron pasar de largo. Lo que se dice evitar problemas innecesarios, algo totalmente lógico considerando lo mal que iba el día. Y, ah, hablando de malos días... Empezó a llover. A llover mucho y de forma muy salvaje. Considerando el mal estado del camino seguir era una locura por lo que se propusieron buscar refugio. Pronto encontraron un entramado de árboles que más o menos les cubría de lo peor de la lluvia por lo que ahí se plantaron, esperando a que todo pasara. Al rato vieron como una figura, un hombre joven, venía del camino que iba a la ciudad. Iba armado pero no parecía del todo peligroso, por lo que Icaria le ofreció compartir su refugio (con quejas de Merle, que aseguraba haberlo encontrado ella). El joven se presentó como ser Idas, un caballero de la ciudad que andaba buscando un valioso objeto perdido por su señor hace poco en una partida de caza. Hablando descubrieron que andaba buscando el sello e Icaria se lo ofreció sin contemplaciones, confiando plenamente en el caballero. Este quedó asombrado por tal generosidad y se ofreció a acompañarlas a la ciudad, además de hablar muy bien de ellas a su señor. Mientras Icaria e Idas hablaban Merle pudo contemplar un pequeño espectáculo de la naturaleza: en una de las ramas más bajas de uno de los árboles que les cubrían un pequeño dragón de la lluvia se estaba paseando con calma, feliz en su ignorancia de los viajeros. El pequeño dragón se paseó un rato hasta que se dio cuenta de que lo observaban, momento en el que se escondió esperando a que pasaran. Merle le dejó un poco de comida, que el dragón aceptó una vez se aseguró de que no miraban. Poco después se marchó y viendo que la lluvia no amainaba los viajeros decidieron acampar en este lugar. No fue el mejor campamento, pero al no estar demasiado cansados no hubo problemas.
El día siguiente fue bastante sobre ruedas. Todos se despertaron sorprendentemente bien y secos, fruto (seguramente) del congraciarse con el pequeño dragón de la lluvia. Además según avanzaron el camino estaba mejor señalizado y en mejor estado, además que los bosques daban paso gradualmente a tierras labradas. La compañía de ser Idas les daba seguridad, además de un alegre compañero de viaje. En este ambiente tan bucólico y alegre nadie esperaba encontrarse con un bandido en el camino, y el bandido menos que nadie. En un momento incómodo en el que todos se quedaron mirándose de forma sorprendida Merle, ajena a esto debido a su impresionante ceguera, siguió caminando hacia delante como si nada. El bandido se lo tomó como una amenaza y se lanzó a por ellos. Fue un combate rápido y aunque al principio todos los ataques fueron flojuchos una estrella fugaz lanzada por Merle y un espadazo certero (¡crítico!) de ser Idas acabó con el bandido, que salió huyendo herido entre la espesura. Sabiendo que seguirlo podía ser un peligro el grupo decidió continuar su camino hasta Altoroble. La partida terminó con el grupo viendo las murallas de la ciudad a lo lejos.
Lo que por ahora conocen de las Tierras Altas |
¡Nos leemos!
Pues que bien. Te envidio sanamente. Yo estoy a la espera de que mis críos crezcan para poder jugar rol en familia.
ResponderEliminarRyuutama lo tengo aún a estrenar, la verdad.
Feliz año nuevo y mucho rol
Ryuutama es un juego genial para iniciar a la gente. Tiene una ambientación, de base, bastante agradable (aunque puedes modificarla, es todo muy abierto). El sistema es sencillo y el concepto es divertido, además de quien más quien menos ha leido o visto algo sobre largos viajes a pie (desde el Hobbit hasta el Camino de Santiago). Cuando crezcan tus zagales al igual es buena idea presentarles el juego... Aunque como estoy bastante lejos de tener los míos propios no creo estar en situación de dar una opinión muy formada...
EliminarSea como sea gracias por comentar y por los buenos deseos. ¡Espero lo mismo para ti!
Es una manera genial de empezar el año :D. Para mí, has ganado la Navidad, como Bender :P
ResponderEliminarJajaja, ¡gracias Carlos! Yo creo que no diría tanto, pero desde luego fue una agradable sorpresa.
EliminarY no puedo ganar la Navidad si no soy el que tiene más tarjetas...
¡Gracias por comentar!
genial la partida! ahora por reyes tendré Ryuutama y podré probarlo al fin, que ganas!
ResponderEliminarGenial la partida por cierto y feliz 2016 rolero, genial forma de empezar el año!
un saludo!
Pues a ver que te parece. Yo le llevaba siguiendo la pista desde que lo conocí (y estaba en japonés...) y realmente no me ha defraudado para nada.
EliminarMe alegra que te guste y espero que también pases un año muy rolero.
¡Gracias por comentar!
¡Qué forma más genial de empezar el año! La verdad es que nunca había escuchado hablar de este juego y por la web ryuutama.com parecería otra cosa :P ¿Cómo funciona? ¿No hay trama? ¿Se va generando aleatoriamente durante los trayectos?
ResponderEliminarRyuutama es un juego muy peculiar. No es tanto un juego de aventuras como un juego de viajes (donde el viaje, y lo que acontece en él, es la propia aventura). La ambientación es marcadamente genérica y ambigua para que cada grupo pueda adaptarla a sus gustos, pero por otro lado (como gran mayoría de los JdR) hay un master que tiene sus historias o improvisa de forma salvaje, como es mi caso. A mi me gusta mucho y me lo pasé muy bien jugandolo.
EliminarAquí puedes leer más sobre el juego: http://www.other-selves.com/p/ryuutama.html
¡Gracias por comentar! ¡Y mucho rol para tu año!
Jeje, desde luego así da gusto pasar una nochevieja :D Yo no he hecho más que ojear el libro y hacer un poco de lectura diagonal y la pinta es muy cuca :) Un día debería lanzarme a este proceloso océano...
ResponderEliminarEl problema es lo de siempre, que estamos repartidos por toda la Península... Si no decía de dirigir algo, que yo soy un friki irredento: falta que me pidas dirigir para que lo haga. El juego es, eso, una cosa muy agradable... Aunque puedes cambiarlo para hacer cosas más siniestras (con el Dragón Negro) o cosas mucho más 'dungeonandragoneras' (con el Dragón Rojo). Vamos, que es una cosa con mucho potencial y además sencillote.
Eliminar¡Gracias por comentar!
Ahora soy 'la hermana' chico, me puedes llamar Iku directamente :(
ResponderEliminarno estaba muy diestra yo, mi pobre Icaria se iba matando por el camino todo el tiempo y eso que yo quería que quedara como una chica independiente y que se apaña muy bien pero no, ni con el bandido y mi pobre Krauser tampoco xc
a ver cuando seguimos jugando!
bye~~
no te lo esperabas, ¿verdad? xD
Bueno, como no sabía tu postura me he puesto normal. Tampoco es que le haya puesto nombre a tu hermana, ¿no?
EliminarPor otro lado Icaria tuvo bastante mala suerte, sí... Pero bueno, esas cosas pasan. ¡Podría haber sido peor! ¡Siempre podría ser peor!
Y si, tengo ganitas de continuar... Y no, no me lo esperaba.
¡Gracias por comentar!
Me ha encantado esta entrada, por un lado me alegra que hayas empezado tan bien el año y por el otro por darme una información tan interesante sobre Ryuutame, había leído algo sobre él pero hasta el momento no me habían enganchado tanto como acabas de conseguir. Prometo incluirlo en mi lista de pendientes de este año que entra. Espero poder seguir leyendo en breve las aventuras de Merle e Icaria. :)
ResponderEliminarMe alegro de que te guste y de que te haya llamado la atención el Ryuutama. Es un gran juego y merece la pena, ¡a ver si puedo continuar mi partida!
Eliminar¡Gracias por comentar, Miguel!
Magnífica entrada, creó que voy por ryuutama
ResponderEliminarJe, voy a tener que pedir comisión a Other Selves que me consta que ya he vendido tres.
Eliminar¡Gracias por comentar!